El presidente Obama, en su intervención en la sede de la Unión Africana
El presidente Obama, en su intervención en la sede de la Unión Africana - afp

Obama denuncia ante la Unión Africana a los líderes que se perpetúan en el poder

El presidente estadounidense señala directamente al burundés Nkurunziza, que ha desatado una crisis al pretender renovar su mandato: «No entiendo por qué alguien quiere quedarse tanto tiempo».

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cerró su gira africana con un «dardo envenenado» a las dictaduras regionales y advirtió que el progreso democrático del continente está en riesgo por culpa de aquellos líderes que rechazan dejar el poder. «Nadie debería ser presidente de por vida», ha asegurado el mandatario durante su discurso en la sede de la Unión Africana en la capital etíope, Adis Abeba, que por primera vez recibió a un presidente estadounidense en activo.

En este sentido, Obama hizo una alusión directa al líder de Burundi, Pierre Nkurunziza, quien la pasada semana era reelegido por otros cinco años años, incumpliendo así el límite constitucional de dos legislaturas. «Cuando un líder intenta cambiar las reglas en mitad del juego, solo para seguir en el cargo, se arriesga a desencadenar una situación de inestabilidad y lucha, como hemos visto en Burundi», aseguró Obama.

La crisis política de Burundi tiene su origen en abril, tras la decisión de Nkurunziza de presentarse como candidato por el partido gubernamental CNDD-FDD para un nuevo término, a pesar de haber cumplido ya dos periodos de cinco años que marcaba la Constitución. Una decisión, que los partidos opositores consideran amenaza la estabilidad del país, después de doce años de guerra civil.

Desde entonces, al menos 77 personas han perdido la vida y más de 140.000 personas han abandonado el país ante las violentas protestas contra el actual mandatario y que tuvieron su punto álgido en una exigua intentona golpista. «No entiendo por qué alguien quiere quedarse tanto tiempo, especialmente cuando ha ganado tanto dinero», señaló Obama en su discurso ante el plenario de la Unión Africana.

Precisamente, en mayo pasado, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Ecowas) lanzaba una propuesta para impedir que los gobernantes regionales extendieran su Gobierno en un tercer término. Sin embargo, la medida fue vetada por Togo (su presidente, Faure Gnassingbe, fue reelegido hace solo unos meses) y Gambia (Yahya Jammeh se encuentra en el poder desde 1994). El objetivo del proyecto era rebajar la tensión en la región, donde cinco países están llamados a las urnas en los próximos meses, y evitar así futuras crisis políticas.

Dejar la Casa Blanca

«Francamente, estoy deseando que llegue mi vida tras la Presidencia. Podré pasar más tiempo con mi familia, encontraré nuevas formas de servir a mi país y podré visitar África más a menudo», reconocía Obama. Con mayor mesura, eso sí, se comportó el presidente estadounidense con su anfitrión, Etiopía, país que continúa con su campaña de hostigamiento a opositores, activistas y periodistas. ¿Las referencias? Quizá solo para mentes «malintencionadas»,.

«Cuando los periodistas son puestos entre rejas por hacer su trabajo o los activistas se encuentran amenazados, entonces se puede tener la democracia en nombre, pero no en el fondo», destacó Obama. En la actualidad, Etiopía es el país del mundo, junto a Irán, que cuenta con más periodistas en el exilio. Desde 2010, más de 60 reporteros se han visto obligados a abandonar sus fronteras.

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