Francia dispone de un sitio internet para emparejar a toros con vacas

Los contactos entre los animales no son directos, sino que es para facilitar la inseminación artificial

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«Rubio», «musculoso» y «de buena familia»: cliqueando un par de veces en Internet, Sylvain Frobert, criador francés de vacas lecheras, encontró un pretendiente para Anita, Henriette o Désirée; se trata de Bariton, un toro de raza charolais y semental perfecto para agrandar su ganadería. Lanzada en octubre, la plataforma trouverlebontaureau.com se parece mucho a cualquier sitio clásico de encuentros.

Después de teclear el perfil de su vaca (raza, edad...) y los criterios a partir de los cuales desea mejorar su rebaño (leche, crecimiento, desarrollo muscular, partos), el ganadero accede a una decena de fotos de toros corpulentos y vigorosos. Además, todos ellos con un árbol genealógico que se remonta a cinco generaciones y datos estadísticos rigurosamente establecidos, que harían palidecer de envidia a sus congéneres.

Cyrano, un charolais, luce una «morfología capaz de cortar la respiración»; César, el bazadais, combina «armonía y fineza»; también figura un frecuentador de los podios en exposiciones ganaderas, se trata de Arlequin, un blondo de Aquitania «con elegancia parisina», en tanto Esa, un limousin, promete satisfacer las necesidades «amorosas de muchas vacas».

«Antes, teníamos que contentarnos con un catálogo en soporte papel. El sitio es mucho más práctico y actualizado regularmente. ¡Incluso se puede comentar y compartir una elección en Facebook!», se congratula Frobert, quien cuenta con una tropilla de 160 vacas charolais en Saint-Prix, en el centro de Francia.

Amor vacuno

El sitio es un nuevo útil para este agricultor 2.0, quien también compra y vende herramientas y maquinaria agrícola a través de otros dos portales especializados. Ocho razas diferentes, entre las cuales dos de ellas por cruce, son propuestas en el sitio, concebido por la empresa de selección especializada en la genética de las blondas de Aquitania, Midatest. Otras empresas del sector, como Charolais Univers, cuelgan en línea su propia selección de toros para inseminación artificial.

Porque el amorío entre Bariton y Désirée será solamente virtual. Una vez decidida su elección, Frobert se dirigirá a su cooperativa regional para encargar el apreciado semen del «guapetón», vendido en pajillas estampilladas con un código de barras, que contiene la trazabilidad del animal. Como él, solamente el 15% de los ganaderos franceses optan por la inseminación artificial de sus animales, en lugar del apareamiento natural.

«Esto tiene un costo y requiere mucho trabajo y vigilancia para detectar el momento del celo de las vacas propensas a ser inseminadas», explica Sylvain Frobert, quien utiliza este método con el 90% de sus animales, como lo hicieran antes su padre y su abuelo.

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