Veranillo de Santa Ana: tradición y vanguardia en la Capital Española de la Gastronomía

Situado en el número 2 de la calle Manuel Hermosilla de Sanlúcar de Barrameda, el restaurante Veranillo de Santa Ana ocupa un espacio bien conocido por los sanluqueños. Desde 2016, la familia Hidalgo está al frente del local, con los hermanos Jose y Miguel como responsables de este establecimiento que está entre los recomendados de la Guía Repsol. Los negocios familiares también alcanzan otro restaurante, Doña Calma, en el que Gildo, otro de los hermanos Hidalgo, es el responsable.

El nombre no puede ser más sanluqueño, ya que veranillo es como se conoce popularmente al sofrito base de gran parte de los guisos marineros tan característicos de Sanlúcar de Barrameda. En recuerdo a la finca donde nació su familia, los Hidalgo decidieron añadir Santa Ana.

Jose, formado en la Escuela de El Alabardero de Sevilla, es quien dirige la cocina, donde también recibe la ayuda de Miguel, quien en otros momentos ha estado centrado en la sala, con un aforo aproximado de 70 comensales. Además, tienen una terraza en la que se puede disfrutar al fresco de las noches sanluqueñas

Entre los dos sacan adelante la carta del Veranillo de Santa Ana, donde la tradición y la vanguardia se complementan tirando de guisos típicos y el buen producto gaditano. En esta época destacan, sobre todo, los pescados cocinados a baja temperatura.

El primero de los entrantes que aparecen en la carta es el jamón de atún. Según Jose, es probablemente el plato que más sale de su cocina.

El atún sigue teniendo presencia en los entrantes, concretamente la ventresca con crema de ostras y tirabeques salteados, y el atún rojo marinado. Croquetas hay de dos sabores, de jamón ibérico de bellota y de carabineros. La ensaladilla de la casa con gambas, vieira rellena de crema de verdura de la huerta y gratinado de queso payoyo, puntillitas y la ensalada de bacalao con cítricos y tomate especiado, son el resto de propuestas de esta sección de la carta.

Estando a poca distancia del mar, y en un pueblo con tanta tradición pesquera, los productos marinos cobran especial importancia, con la presencia obligada de los langostinos. Gambas de Huelva, pulpo a la brasa con patatas revolconas al pimentón, carpaccio de gambas y el calamar, frito o a la plancha, como ejemplos.

Tradición

Pero ya decíamos que los guisos era una parte importante de su oferta, destacando principalmente la ropa vieja de corvina y la corvina al amontillado. Langostinos de Sanlúcar a la cochambrosa, lomo de bacalao al ajillo y la corvina con zamburiñas y crema de puerros, también se encuentran bajo el epígrafe Del Mar.

De la Tierra, Veranillo de Santa Ana ofrece el brazuelo de cordero al horno, lomo alto Premium, solomillo de bellota a la crema de ostras y presa ibérica de bellota.

En arroces, nueve opciones en paella y el marinero caldoso con carabineros. Todos ellos, y el resto de la carta postres incluidos, pueden consultarse en este enlace, aunque conviene también estar atentos a las sugerencias del día, donde aparecen platos como los langostinos chiguatos fritos o los pescados a baja temperatura.

Para acompañar la comida, Veranillo de Santa Ana cuenta también con una carta de vinos amplia, con presencia de referencias de distintos puntos de España, tanto tintos como blancos. La manzanilla y otros vinos sanluqueños, no podía ser de otra manera, no faltan en la carta de este restaurante que año tras año sigue creciendo y consolidando su apuesta culinaria en la actual Capital Española de la Gastronomía.

Abierto tanto para servicio de almuerzo como para cena, el día de descanso es el lunes, y el teléfono de reservas el 672 02 25 80.