La Taberna de las Quince Letras, nuevos aires en el centro de Conil

Miguel Ángel Camacho se hizo cargo de La Taberna de las Quince Letras, en la plaza de España de Conil, antes del inicio de la pandemia. Ubicada en el local donde siempre estuvo La Villa, el empresario local decidió darle un lavado de cara y tiró para ello de Velvet Projects Studio, un estudio que ha firmado el diseño de muchos restaurantes conocidos en la provincia. La luminosidad característica de Velvet se aprecia claramente al entrar en La Taberna, algo que, sin duda, ha ganado, y mucho, con respecto a su pasado más cercano.

Fue el 7 de julio de 2020 cuando finalmente abrió al público, con una amplia terraza en pleno centro de la localidad, y también una espaciosa sala interior, con un aforo total que se aproxima al centenar de personas.

El salón, según lo definen en la página web de Velvet, “es un lugar alegre y reconocible, donde los colores y formas de tradición marinera definen la esencia en un local con mucha historia, que ahora se transforma en un espacio nuevo y vibrante”.

Mucho le han preguntado a Miguel Ángel por el origen del nombre. Y la explicación, aunque haya quien creía tener la respuesta, se remonta a su primer dueño, Ildefonso Aragón. ¿Cómo llamaría a su negocio? Pues al hombre se le ocurrió sumar las letras de nombre y apellido, siendo quince el resultado. Y listo. Así nació La Taberna de las Quince Letras, aunque luego cambiaría de nuevo de denominación.

Para emprender este su primer proyecto gastronómico, Miguel Ángel Camacho cuenta con Diego Ramírez al frente de la cocina y Antonio Rivera como encargado de sala. Diego estuvo trabajando en la Venta Melchor y el Feduchy, y ahora afronta este desafío como responsable aportando una cocina que define como “internacional con toques modernos”. Eso sí, con enorme presencia del producto local.

En La Taberna de las Quince Letras, los platos son adecuados para compartir, si bien algunos también pueden consumirse de manera individual y como tapas. Entre los que están dejando mejor sabor de boca en los clientes, Miguel Ángel destaca la ensaladilla de pulpo al pimentón con crujiente de lechuga de mar, aunque también están teniendo buena aceptación el canelón de carrillada gratinado con queso de cabra y salsa de tomate casera, las patatas con salsa brava y alioli suave, o la torrija de foie de pato con manzana caramelizada y jamón ibérico.

Entre las primeras opciones de la carta también aparece el pollo yakitory con mayonesa kimchi, el saam de panceta de cerdo al horno con salsa de soja, el mini mollete de presa ibérica con pimientos y jamón ibérico, las croquetas de cocido caseras con alioli, o el taco de cochinita pibil con cebolla encurtida, cilantro y lima.

El atún y los pescados, no podía ser menos en Conil, juegan un papel importante en la carta, disponible en este enlace. Así, el atún se presenta en poke con salsa kimchi o en un surtido de crudos que incluye tartar con lechuga de mar, tiradito de ventresca y sashimi de descargamento.

El resto de pescados, bacalao confitado en tomate con patatas asadas, rejo de pulpo a la brasa con patatas asadas y mojo picón, y un calamar de potera, con un peculiar corte, con patatas. Además, en fritura, calamares, chocos y cazón.

Las carnes, presa ibérica a la parrilla con patatas y verduras asadas, lomo de vaca madurado con patatas y verduras asadas, magret de pato con frutos rojos acompañado de patatas y verduras, pata de cordero lechal con ciruelas y orejones, costilla de cerdo a la barbacoa con patatas asadas, y hamburguesa de retinto con salsa de trufa, queso havarti y cebolla crujiente.

Cierran la carta los postres, una torrija con mouse de café y helado de vainilla, y un brownie de chocolate, también con helado de vainilla.

Pero la carta irá cambiando según temporada, añadiendo Miguel Ángel que la intención que tienen es jugar mucho con las sugerencias diarias. El teléfono de reservas de La Taberna de las Quince Letras es el 856 00 48 79. El horario, desde las 12 de la mañana hasta las 00 horas, con cocina ininterrumpida. Antes de Semana Santa sólo abre los fines de semana, si bien la intención es descansar los miércoles una vez pasen los días festivos.