La «Paula Echevarría» china

En China se habla de las mujeres nacidas en los años 80 como si fueran una generación revolucionaria, comparable a la del 68 en Occidente. Aunque en realidad se trata de una generación extremadamente consumista, sí es cierto que en relación con las mujeres chinas de épocas anteriores están abiertas a las influencias del exterior, investigan otras culturas e incluso rinden culto a la moda europea.

En Gucci, Prada o Louis Vuitton, las chinas llevan agolpándose en las tiendas de todo el mundo desde hace quince años. Por aquel entonces, los ciudadanos del gigante asiático eran percibidos como gregarios y con poco poder adquisitivo. Las tornas han cambiado. La enorme potencia es ahora un terremoto comercial que alberga a más de un tercio de los clientes mundiales de la industria de la moda de alto nivel.

En cinco años supondrá la mitad de las compras de la industria del lujo en el mundo. Ahora más que nunca, es imprescindible que empresas de moda y países receptores de turismo vuelquen su atención hacia las preferencias de la mujer china.

Liu Yun, líder de opinión entre las mujeres chinas y estrella de la televisión, sería comparable a un combinado de Paula Echevarría, Sara Carbonero y Michelle Jenner. Sus millones de seguidoras pueden permitir a ciertas marcas consolidarse o morir en el intento.

—¿Cuáles son los hobbis de la mujer china actual?

—Lo que más nos gusta es comprar, sobre todo moda y accesorios. Es el tema de conversación más frecuente en mi generación. Con respecto a nuestras madres y abuelas, supone toda una novedad.

—¿En qué ciudades del mundo piensan en China cuando se habla de moda y viajes de placer?

—Principalmente pensamos en París, aunque también en Londres, Milán y Nueva York.

—¿No está España en el circuito principal de visitas interesantes?

—No tenemos mucha información sobre el país. A los chinos les gusta disfrutar del ocio, pero también aprovechar para hacer compras, ya que los precios de las importaciones en China se tasan con impuestos altísimos.

—¿Le ha gustado España? ¿Qué le ha parecido Madrid?

—Me ha sorprendido todo. La belleza de la ciudad de Madrid y el estupendo nivel gastronómico se deberían conocer mejor en Asia. Para mí, es un país de color «escarlata», porque la calidez de la gente se traduce en colores.

—¿Qué cree que necesitan los chinos para visitar más nuestro país?

—Apreciamos que haya empleados que nos hablen mandarín, algo que me ha ocurrido en El Corte Inglés, por ejemplo; nos gusta visitar restaurantes con estrella Michelin, degustar productos como el jamón y contar con desayunos a nuestro estilo en el hotel. ¡Nos pasamos el día tomando arroz y ramen!

—¿Con qué elementos definen su estilo las mujeres chinas?

—En mi caso, no me gusta el exceso de brillos ni la exageración. Prefiero las prendas más de sport. Cada vez conozco más la moda. Ahora, incluso he comenzado a colaborar con una pequeña colección de joyería para El Corte Inglés, festejando el nuevo año chino. Para nosotros, es una fecha importante de intercambio de regalos. Nos gustan las tradiciones