Carole Bouquet y su hijo Dimitri Rassam, en el Festival de Cannes en 2015
Carole Bouquet y su hijo Dimitri Rassam, en el Festival de Cannes en 2015 - EFE

Carole Bouquet, el regreso de la diva exquisita del cine francés

La actriz vuelve a saltar al papel cuché tras conocerse la relación de su hijo Dimitri Rassam con Carlota Casiraghi

Madrid Actualizado: Guardar
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Poseedora de una belleza imperecedera y una elegancia tocada por el típico punto de frialdad francés, Carole Bouquet (Neuilly-sur-Seine, 1957) conquistó durante dos décadas todos los flashes de la alfombra roja tanto por su aclamada carrera cinematógrafica como por su agitada vida sentimental. Chica Bond y chica Buñuel prácticamente al mismo tiempo, musa de Karl Lagerfeld y su perfume Chanel número 5, sufridora esposa del siempre voluble y hosco Gerard Depardieu... A pesar de que durante los últimos años se ha instalado en un discreto segundo plano, su pasado de leyenda regresa hoy a la actualidad después de conocerse que su hijo de 35 años, Dimitri Rassam, fruto de su matrimonio con el productor libanés, Jean-Pierre Rassam, ha devuelto la confianza en el amor a Carlota Casiraghi.

Según informaba «¡Hola!» esta semana, la hija de Carolina de Mónaco y Dimitri mantienen una estrecha amistad y pasaron juntos el pasado fin de semana entre París y Barbizon, el pueblo donde Carlota se refugió con su hijo Raphaël (a quien tuvo con el actor Gad Elmaleh) tras su ruptura con el director de cine Lamberto Sanfelice.

Encandilada por el cine

Carlota parece sentir una especial debilidad por los profesionales del séptimo arte. Dimitri heredó de sus progenitores su pasión por el cine. Después de obtener su título en Historia en la Sorbona, se estrenó como productor en el set de rodaje con sólo 23 años. Logró su primer éxito con la producción de la adaptación de la obra «El Nombre» con Patrick Bruel. En febrero de 2016, el joven recibió un César a la película de animación «El Principito». Una carrera que se consolida poco a poco, pero que aún dista mucho del esplendor cosechado por su madre.

Corría el año 1977 cuando Luis Buñuel le ofreció a Carole Bouquet un papel en «Ese oscuro objeto de deseo». «Aquel rodaje fue un regalo que me cambió la vida», reconocía la intérprete. Cuatro años más tarde, se lanzaba al estrellato gracias a su periplo como chica Bond en «Solo para sus ojos», donde coincidió con Roger Moore. El reconocimiento llegaría en 1990, con el Premio César a la mejor actriz por su trabajo en la producción francesa «Trop belle pour toi», donde conoce a Gerard Depardieu e interpreta el papel de su mujer. Unos años más tarde, la relación salta de la ficción a la realidad y comienzan un tormentoso noviazgo. No pueden ser más dispares; la exquisitez de Carole frente a la tosquedad del intérprete de Cyrano de Bergerac (durante su noviazgo él llego a perder 30 kilos, ante la insistencia de su pareja). Sorprende que su historia de amor durase ocho años con matrimonio incluido. En 2005, la vida pecaminosa del actor, salpicada de continuos excesos y escándalos les aboca al divorcio. La figura de Carole comienza a diluirse poco a poco y su presencia en los medios se va apagando. Hoy, a punto de cumplir los 60, su leyenda resucita al calor del glamur monegasco.

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