El diseñador de Lanvin, Alber Elbaz
El diseñador de Lanvin, Alber Elbaz - agencias

Alber Elbaz: «Mi vida no es nada glamurosa»

El diseñador de Lanvin ha confesado en una entrevista que uno de los mayores miedos del mundo de la moda es que los demás descubran su «normalidad»

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Uno podría pensar que al ser uno de los diseñadores más solicitados de los últimos tiempos, Alber Elbaz disfruta de una vida con toda clase de lujos. El modisto de 53 años lleva 14 al frente de Lanvin, y con acciones como colabrar con H&M ha logrado que cualquiera sueñe con lucir alta costura. Y aún así, Alber insiste en que su vida no tiene nada de diferente.

En una conversación con Alina Cho en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, Alber ha abierto las puertas de su vida y ha confesado cada uno de sus vicios y virtudes, que son como los de cualquier otro mortal. Entre otras obsesiones, el diseñador no puede vivir alejado de su «smartphone» y reconoce que pasa más tiempo del que debería mirando Instagram.

«Lo miro de noche antes de dormir y por la mañana nada más despertarme», confiesa, «y me hace sentir fatal».

Resulta que Alber sufre y envidia la vida de las celebridades a las que sigue, esas mismas que se mueren por lucir sus diseños. «Veo a esas personas a las que conozco y tan pronto están el miércoles por la noche en Biejing para una fiesta de Dior como el jueves en Barcelona de turismo y el viernes en una estación de esquí exclusiva», cuenta el diseñador, «aunque suban una simple fotografía de una cena, la mozzarella se ve sexy. Y mientras tanto yo estoy en mi casa, cenando ketchup con tomate de la semana pasada, yendo a trabajar para que otra gente tenga una vida fabulosa».

Sin duda, Alber resume a la perfección el sentimiento de muchos. Solo que esos muchos no son diseñadores de una de las firmas más cotizadas, claro. Por eso el modisto quiso romper una lanza por sus compañeros de trabajo y acabar con el mito de las fiestas, el lujo y el derroche. «Todo el mundo piensa que en el mundo de la moda nos levantamos al mediodía con una copa de champán en la mano. En realidad, somos como cualquier otra persona, solo que tenemos miedo o no queremos compartir ese momento de simplicidad y vulnerabilidad. Es algo imperfecto, pero la vida es así», lamenta.

De hecho, Alber no tuvo problemas en confesar cómo se relaja tras un largo día de trabajo, su «guilty pleasure» particular. «Después del trabajo, me pongo a ver "Keeping Up With The Kardashians", pido una pizza y disfruto de ese pequeño placer de la vida», declaró. Pero Alber Elbaz sigue siendo Alber Elbaz, y no pudo evitar añadir un simple detalle. «Conozco a Kim Kardashian desde hace tiempo. Me encanta verla en la tele. Es genial», añadió.

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