La rabia del huésped «agresivo» que acabó a puñaladas con la vida del regente

El responsable del hostal «Huéspedes Dos Villas» del distrito de Centro, Genaro F. F., de 65 años, falleció en la tarde de ayer tras recibir una puñalada mortal en el pecho durante una reyerta en el interior del hospedaje. La Policía Nacional, alertada mediante una llamada al 112 sobre las 14.30 horas, detuvo en las inmediaciones del suceso a Pedro R. G., un hombre de 55 años y de nacionalidad española, como presunto autor del homicido. Según varias fuentes, el agresor tenía «fama de agresivo»en el barrio y contaba con antecedentes policiales, aunque sincausas pendientes con la Justicia, informa Efe. El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional le interrogó ayer por la tarde e investiga las causas de la reyerta.

Los hechos tuvieron lugar en torno a las 14 horas en una de las habitaciones de un hospedaje situado en el tercer piso del número 22 de la calle Concepción Jerónima, a la espalda de la Plaza Mayor. El agresor, que según algunos testigos era un viejo huésped del establecimiento, la emprendió a puñaladas con una navaja contra el dueño del hostal, sin que se conozcan las circunstancias de qué originó la trifulca. Cuando llegaron los sanitarios del Samur-Protección Civil y agentes de la Policía Municipal el hombre todavía tenía clavada el arma blanca en el tórax. Aunque los facultativos le intubaron para estabilizarle, entró en parada cardiorrespiratoria en su traslado al hospital 12 de Octubre, donde fue ingresado en estado crítico. Finalmente falleció a las 16.30 horas, confirmaron desde el centro hospitalario.

En la pelea otro hombre, Jorge L. M., de 50 años y alojado también en el establecimiento, sufrió una herida incisa en el abdomen y fue evacuado al hospital de La Concepción con pronóstico reservado. Además, fueron atendidos un hombre de 80 años por golpes y una mujer por una crisis de ansiedad. Todos ellos eran huéspedes, según confirmaron fuentes policiales.

Los vecinos: «No teníamos trato»

La Policía Municipal interrogó ayer a los testigos del suceso. Los vecinos de la planta superior al hospedaje se sorprendieron con la sirena de las unidades médicas y por la fuerte presencia policial en la calle. «Yo estaba en la cocina, justo arriba, pero no he escuchado nada», aseguró un residente del cuarto piso. «No teníamos trato».