Crimen de Velilla: las pintadas de Iván iban dirigidas al exmarido de su novia

El único detenido era ajeno al supuesto conflicto amoroso. La Guardia Civil descarta nuevos arrestos

El juez decretó ayer prsión provisional comunicada y sin fianza para Alberto J. C., de 26 años

Una de las pintadas realizadas por Iván en el portal donde vive el detenido JOSÉ RAMÓN LADRA
Aitor Santos Moya

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El grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Rivas Vacimadrid, encargado de esclarecer el asesinato de Iván Vaquero Sanz, de 39 años, en Velilla de San Antonio, descartó ayer nuevas detenciones después de que el pasado martes fuera arrestado Alberto J. C., de 26, como presunto autor de la paliza mortal. Este hecho pone fin así a una semana de especulaciones respecto a la supuesta implicación de un grupo de menores en un crimen que echó a los vecinos a la calle para clamar Justicia y pedir el fin de los robos, agresiones y actos vandálicos cometidos por dos bandas de adolescentes. La relación entre ambos extremos, no obstante, ha terminado por resultar baladí.

Mientras el magistrado decretó ayer prisión provisional comunicada y sin fianza para el sospechoso, los agentes de la Benemérita continúan las indagaciones a fin de resolver el motivo del brutal ataque. En contra de lo que se creyó en un primer momento, fue el propio Iván, y no un menor, el autor de las pintadas que desataron la discusión. La víctima llevaba días «decorando» las paredes del pueblo, primero con un espray de color rosa en las que inscribió el mensaje «No TQMT» («No te quiero mi todo»), dirigido a la que era su novia hasta hace dos semanas; y el día de autos con uno azul, donde grabó una serie de insultos («mantenido», «enano», «paticorto») y dio la vuelta al código inicial: «Sí TQMT».

Unos improperios escritos en masculino que iban dirigidos al exmarido de su expareja. Precisamente, en el mismo portal que reside el detenido, esta persona regenta un local comercial dedicado al negocio de la cerrajería. Tras esa puerta se refugió la mujer el lunes, un día antes de que el vecino de uno de los pisos superiores fuera arrestado en el centro de logística alimentaria donde trabaja. El mismo lunes, la exnovia, a preguntas de ABC, ya señaló en el portal al techo de arriba para acusar a un residente mayor de edad, sin ofrecer más datos.

Según coinciden varios de los testigos, entre las 20.30 y las 21 horas del viernes, Iván se topó con un grupo de menores mientras realizaba estas pintas en el citado portal y otras paredes de la calle de Frascuelo. Uno de ellos, Moha, discutió con él. Sin embargo, no fue hasta la entrada en escena de Alberto, ajeno al supuesto conflicto amoroso, cuando se produjo la agresión.

Aún consciente, el afectado quedó tendido en el suelo hasta la llegada de los sanitarios. En el hospital fue sometido a un escáner, en el que se le descubrió un derrame cerebral que acabaría por costarle la vida. «Yo lo vi todo, le dio dos puñetazos en la cabeza y una patada», relataba a este diario el propio Moha, 24 horas antes de llevarse a cabo la única detención por el crimen de Velilla.

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