Las pistas falsas que dejó la expareja de María Piedad tras hacerla desaparecer
Los indicios con los que cuenta la Guardia Civil apuntan a que el exnovio de la víctima arrojó el cadáver al Guadarrama tras matarla esa noche
Madrid Actualizado: Guardar 1234567La radial
ABC La tarde después de la desaparición de María Piedad en diciembre de 2010, Javier acudió a trabajar para arreglar unas losetas, pero dijo que se cortó el antebrazo con una radial. A las 18.16 horas, las cámaras le captaron en plena faena.
Sangre en el coche
ABC El sospechoso sufrió un accidente de camino al hospital y dejó un rastro de sangre en el vehículo. El ADN no arrojó pruebas de hallazgos biológicos de María, aunque se cree que la mató en el vehículo.
Barro en las botas
ABC En el Renault Modus de Javier estaban unas botas que la víctima había dejado dentro para cambiarse de calzado, tras la cena de Navidad de la empresa. Eran del número 40 y tenían barro en el tacón.
«Quiero una cuerda para colgarme»
ABC Aquí vemos a Javier comprando en San Lorenzo de El Escorial una cuerda: «La quiero para colgarme», dijo al ferretero. A la mañana siguiente, lo hallaron ahorcado.
Un sujetador de H&M junto al río
ABC El 23 de septiembre de 2011, durante una batida en el curso medio del Guadarrama, a la altura del puente de la M-513 (Boadilla-Brunete), se encontró un sostén lila semienterrado que fue trasladado a dependencias policiales. Era de H&M y la talla 80B. En un principio, los investigadores creyeron que podría tratarse de una prenda de María Piedad, por lo que se hizo un minucioso reportaje fotográfico tanto del entorno donde se produjo el hallazgo como del elemento de lencería. También se buscaron restos biológicos que se cotejaran con el ADN del cepillo de dientes de la víctima, pero el resultado fue negativo.
Un cráneo completo en el Camino del Palancar
ABC A las 9.30 de la mañana del 22 de marzo de 2011, durante otra batida policial, la Guardia Civil halló en el Camino del Palancar (Villanueva de la Cañada) un cráneo humano completo, la parte inferior de una mandíbula y un trozo de otro hueso. Presentaba un orificio en el hueso temporal izquierdo una fractura en el derecho. Tenía casi todas las piezas dentales, aunque la mandíbula se encontró a unos 30 centímetros de la calavera, con apenas once dientes. En cuanto al otro trozo óseo, estaba a unos 55 centímetros del cráneo. Estaba astillado y era de unos 20 centímetros de longitud, añade el informe pericial. No se trataba de María Piedad.
Los videntes: «Hay dos cadáveres»
ABC En el caso de María Piedad se ha cumplido uno de los elementos clásicos: la aparición de videntes que afirman que saben dónde se encuentra la víctima. El 15 de junio de 2011, una pareja que afirmaba que «poseía poderes especiales» –así consta en un auto judicial– declaró que había tenido sueños en los que delimitaba la zona donde podrían estar los restos de la víctima y de otra mujer, ambas matadas por la misma persona. Así se lo comunicó al comandante en puesto. Los videntes indicaron una fosa de muy poca profundidad, de 20 centímetros, pero luego dijeron que podía ser de hasta 60. Se excavó la zona, sin éxito.
