Varias tarjetas de crédito
Varias tarjetas de crédito - MAYA BALANYA

Cae una banda de clonación de tarjetas con las que defraudaron 200.000 euros

Obtenían el dinero comprando en locales de sus compinches, todos ellos restaurantes de comida turca

Madrid Actualizado: Guardar
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La Policía ha detenido a los 28 integrantes de una banda que se dedicaba a la clonación de tarjetas de crédito, a través del copiado de la banda magnética en cajeros y datáfonos y del hackeo a usuarios de banca online, que defraudaron más de 200.000 euros en Madrid, Cataluña y Andalucía. Según ha informado la Dirección General de la Policía, se han llevado a cabo diez registros en los que se han intervenido 141 tarjetas falsificadas, 37 DNI falsos, dos lectores grabadores de tarjetas, un lector de tarjetas con chip, dos microcámaras para colocar en cajeros automáticos y 13.195 euros, entre otros efectos.

Además, han desmantelado dos laboratorios de fabricación de tarjetas de crédito en Úbeda (Jaén) y Barcelona y un taller de falsificación de documentos en Madrid, talleres que ubicaron separadamente con el fin de evitar que una detención aislada pudiera propiciar la caída de toda la organización.

Las pesquisas policiales concluyeron que la banda obtenía el dinero realizando compras en establecimientos de sus compinches, todos ellos restaurantes de comida turca, o bien adquiriendo productos informáticos, perfumes, tabaco, licores y tarjetas de regalo de primeras marcas que eran revendidos a terceros.

La investigación comenzó a finales de 2014, cuando la Policía recibió una denuncia de una entidad bancaria que ponía de manifiesto que un grupo de ciudadanos rumanos se estaba dedicando a la falsificación de tarjetas de crédito y que actuaban en España y ocasionalmente en Francia. Los agentes constataron que los delincuentes utilizaban dos métodos para la falsificación de las tarjetas y obtención de las claves y números de cuenta.

Por un lado el skimming, consistente en el copiado de la banda magnética de la tarjeta mediante dispositivos acoplados en cajeros o con lectores de tarjetas en los comercios conniventes, y por otro el hackeo a usuarios de banca online.

También averiguaron que la organización actuaba bajo las férreas órdenes de un cabecilla que controlaba toda la trama y que en sus filas contaban con dos especialistas en falsificación de documentos de identidad que servían para acreditar la titularidad de las tarjetas falsas y dar mayor credibilidad a la hora de realizar las compras

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