El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ayer en Santiago
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ayer en Santiago - EFE

Feijóo anuncia su candidatura a la Xunta«La respuesta a todas las preguntas que me he hecho en la vida ha sido Galicia»

El PPdeG es el primer partido en confirmar su cabeza de cartel para las autonómicas

Santiago Actualizado: Guardar
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El Partido Popular de Galicia respiró ayer, por fin, aliviado. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, se tomó un tiempo para deshojar la margarita de su continuidad, entre rumores de un hipotético salto a la política nacional e, incluso, de retirada hacia la empresa privada. Aunque todo el mundo en el seno de la formación llevaba semanas dando por sentado que el resultado final sería un «sí» a optar a un tercer mandato al frente de la Xunta, muchos no querían fiarse hasta que no lo oyesen de boca del propio presidente. Solo así se entiende el murmullo creciente en la sala a medida que pasaban los minutos y el discurso tomaba tintes de despedida, y solo así se explica la explosión de júbilo cuando pronunció las palabras mágicas.

«Porque creo que Galicia está por encima de todo, y no soy yo sino los gallegos y gallegas los que tienen que elegir, presento hoy mi candidatura...». Y se hizo el estruendo. La junta directiva del PPdeG empezó a aplaudir, puesta en pie, entre vítores de «presidente, presidente».

«Uno no escoge el momento de gobernar, pero es importante que los gallegos nos den confianza en los momentos más difíciles»

Ni siquiera dejaron cerrar la frase, puesto que la candidatura que presentaba era para liderar el partido en el próximo congreso autonómico, que se celebrará —como avanzó ABC—el 7 y 8 de mayo en Orense, un trámite necesario para refrendar la proclamación como aspirante a la presidencia de la Xunta. El PP se convierte así en el primero de los grandes partidos en anunciar su cabeza de cartel para unos comicios todavía sin convocar, pero previstos para el mes de octubre.

Emotivo discurso

Feijóo sorprendió con una faceta que se desconoce de él. Avisó de que su discurso no sería breve «porque diez años al frente del PPdeG dan para mucho». Y a lo largo de los más de 50 minutos que duró su intervención se le quebró la voz una docena de veces, al recordar sus andanzas en esta década siendo la imagen de la derecha gallega. «Será que me estoy haciendo más mayor, pero empiezo a parecerme a otro presidente —en referencia a Manuel Fraga—. Ya leo los periódicos como él, arranco las hojas como él y me impaciento como él», bromeó, para volver a emocionarse al señalar que «desde Perbes —donde está enterrado— estará de acuerdo con lo que hemos hecho».

«Si hay que dejar las instituciones mejor de lo que uno se las encontró, he cumplido con mi trabajo»

Galicia fue el centro de su alegato, un «país» que presentó como «la respuesta a todas las preguntas que me he hecho a lo largo de mi vida». La voluntad de dedicarse a una tierra que «merece la pena siempre» y por la que se enfrentó a los peores momentos de la crisis económica. «Uno no elige el momento en el que gobernar, pero es un honor que se fíen de nosotros en momentos de dificultad», argumentó, para subrayar que «si la obligación de un político es dejar la institución mejor de lo que la encontró, yo puedo decir que he cumplido».

El presidente gallego terminó su anuncio con la última frase de su Debate sobre el Estado de la Autonomía, que en aquel entonces sonaba como una despedida, y ayer retumbó con una ovación cerrada como toda una declaración de guerra. «No hay mayor honra que servir a Galicia. Ninguna».

Núñez Feijóo durante su intervención en la junta directiva del PPdeG
Núñez Feijóo durante su intervención en la junta directiva del PPdeG - EFE

Las puertas de Génova

Algo ha cambiado en los últimos meses en las intenciones del barón gallego. El pasado verano parecía clara su intención de poner punto y final a su trayectoria autonómica para buscar otros desafíos. Feijóo siempre defendió que dos mandatos le parecían «suficientes» —aunque un tercero era «asumible»—, y que sus siete años al frente del Ejecutivo regional serían la etapa más larga de su vida profesional en el desempeño de un mismo cargo. Pero la cascada de peticiones tanto desde Galicia como desde Madrid, así como el incierto panorama en la política estatal, dieron un vuelco a sus intenciones. La reacción del público asistente y la felicidad con la que se acogió la noticia entre todos los notables del partido a lo largo del día constatan una realidad palpable.

«Empiezo a parecerme a otro presidente. Si viese lo que hemos hecho, creo que estaría orgulloso»

El PP se encomienda a uno de sus rostros más solventes para enfrentarse a un desafío que a día de hoy en el resto de España parece una quimera, como es volver a ser la única comunidad autónoma gobernada con mayoría absoluta. Aunque la empresa es complicada, la figura de Feijóo podría dar el empujón necesario para que los populares revaliden uno de sus grandes bastiones. El discurso de ayer tuvo mucho de arenga hacia sus dirigentes y militantes, para que se enfrenten a una campaña que promete ser de las más duras que se recuerdan en la autonomía, con la izquierda en tromba contra su partido y un gobierno de las Mareas como alternativa al PP ante un PSOE sin líder ni rumbo.

El camino tomado por el barón gallego puede ser entendido como un retroceso en una carrera que lleva años siendo llamada con insistencia a las puertas de Génova, pero desde el entorno del presidente autonómico se lee como una oportunidad de volver a hacer historia. Feijóo fue el primero de los líderes regionales a los que la gestión de la crisis no solo no lo penalizó, sino que reforzó en 2012 la mayoría absoluta alcanzada en 2009.

Feijóoy Rueda, este sábado
Feijóoy Rueda, este sábado - EFE

De reeditar un apoyo similar a los dos anteriores, Feijóo se presentaría con un crédito todavía incrementado ante una eventual renovación de la cúpula popular a nivel nacional, después de tres triunfos y capear con éxito una crisis económica y unos escándalos de corrupción en el resto de España que no han afectado a su gestión ni desgastado la marca gallega.

«Estoy convencido de que Mariano Rajoy es el mejor presidente que podemos tener los españoles»

Aunque su nombre es una constante en las quinielas sucesorias, Núñez Feijóo quiso cerrar filas con Mariano Rajoy, al que calificó como «el mejor presidente que podría tener España». Según pudo saber ABC, el máximo mandatario popular conoce la decisión de su lugarteniente gallego desde el sábado 19 de marzo, antes de Semana Santa. Con el hermetismo que caracteriza al presidente de la Xunta, a sus más estrechos colaboradores se lo fue insinuando en los últimos días antes de la comparecencia de ayer.

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