Una torre de alta tensión cae en la localidad pontevedresa de Silleda debido al temporal
Una torre de alta tensión cae en la localidad pontevedresa de Silleda debido al temporal - EFE
Galicia, en alerta por vientos huracanados y fuertes lluvias

Un muerto, ocho heridos y más de 800 incidentes a causa del temporal en Galicia

Caídas de árboles, desprendimientos y calles inundadas marcaron una accidentada jornada que se saldó con cuantiosos destrozos materiales. La provincia de Pontevedra, la más afectada

Santiago Actualizado: Guardar
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El tren de borrascas que atraviesa Galicia desde el pasado jueves marcó ayer el paso en una Comunidad donde las incidencias se sucedieron de norte a sur durante toda la jornada. Entre las 18.00 horas de ayer y las 7.00 horas de esta mañana se gestionaron un total de 827 incidentes, un muerto y varios heridos. El fallecido, en la localidad lucense de Muras, se dio un golpe en la cabeza cuando trataba de retirar un árbol junto a varios vecinos de la zona. En Coristanco, tres personas colisionaron contra un pino que se había caído sobre la calzada. El árbol también causó daños en el tendido eléctrico. En Mos, dos personas sufrieron la caída de un pino sobre su coche.

Y hubo otros tres más en un accidente de tráfico en Melide, en O Rosal y en Ponteareas.

Más de 180.000 hogares padecieron cortes de luz a causa de la caída de ramas y árboles en la red eléctrica, lo que obligó a la compañía distribuidora a desplegar una plantilla de 500 trabajadores que al cierre de esta edición ya habían recuperado el suministro de 125.000 usuarios afectados. Los problemas también fueron constantes en el transporte ferroviario, que desde primera hora de la mañana sufrió retrasos e incluso cancelaciones que desataron el caos en la línea que une Orense y Vigo y también en las conexiones entre Palencia y La Coruña y Betanzos-Ferrol. Las complicaciones en el primero de estos enlaces se saldaron, horas después, con el traslado de los pasajeros en 10 autobuses y 14 taxis que Renfe fletó para garantizar que los viajeros llegasen a su destino. A pie de calle, los servicios de emergencia contabilizaron más de 1.500 incidencias debidas a las caídas de árboles y de cableado eléctrico. La mayoría de las llamadas se localizaron en la provincia de La Coruña, una de las más afectadas por el temporal junto con la de Pontevedra. Con toda la Comunidad en alerta naranja por las fuertes rachas de viento y las intensas precipitaciones, la palma en cuanto a registros metereológicos se la llevaron las localidades de Carballeda de Valdeorras (Orense), con rachas de 182 kilómetros por hora, y Santa Comba (La Coruña), con una máxima de 50 litros por metro cuadrado.

Tras una intensa noche en la que los vientos empujados por la borrasca «Kurt» no dieron tregua, las principales ciudades gallegas se despertaron con importantes destrozos. En La Coruña, y al margen de la caída de las cubiertas del estadio Riazor, fue preciso cortar algunas de las calles más próximas al paseo por los peligros para la circulación. También se cancelaron las clases en un centro donde el tejado salió volando. Lo mismo ocurrió en un colegio de Pontevedra. En esta ciudad, además, el gran susto lo dio una fachada que se desprendió desde un tercer piso sin causar daños humanos. En el centro de Lugo, un muro se desplomó sobre una hilera de vehículos aparcados en la calle y en Santiago la cristalera de Xoan XXIII tuvo que ser apuntalada en uno de los accesos al céntrico aparcamiento. En la comarca de Arousa, las olas se llevaron buena parte de la balaustrada del paseo de A Lanzada, y en Ferrol las caídas de vallas publicitarias fueron constantes. Las fuertes rachas de viento también dejaron a su paso una de las imágenes más icónicas de la jornada, la de la caída de siete torretas de alta tensión en Silleda. En A Guarda, donde la espuma del mar tiñó de blanco el paseo, parte del dique cedió ante el implacable embate de las olas.

El relevo de la borrasca «Kurt» lo tomó a última hora de ayer otra perturbación con vientos huracanados aparejados bautizada como «Leiv». De ahí que de cara a la jornada de hoy se mantenga la alerta naranja en toda Galicia a espera de que a mediodía de mañana las nubes cedan paso de nuevo al sol. Entre tanto, las principales localidades han cerrado sus parques para evitar riesgos y los servicios de emergencias piden a la población que extreme la seguridad a la hora de salir a calle o de coger el coche. Importante es el apunte que hacen a los más atrevidos, a los que aconsejan no poner en riesgo su vida por conseguir una buena foto. En la noche de este viernes se han gestionado más de 800 incidencias.

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