Una paciente con cáncer recibe quimioterapia en el Hospital Vall d'Hebron
Una paciente con cáncer recibe quimioterapia en el Hospital Vall d'Hebron - I. BAUCELLS

Seis de cada diez enfermos de cáncer pide servicios de estética y fisioterapia para mejorar su día a día

Pacientes oncológicos reclaman un abordaje integral de la enfermedad que trascienda el proceso médico

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El cáncer va mucho más allá del proceso médico. Cuando una persona padece la enfermedad sufre un fuerte impacto emocional y su vida social y laboral puede verse profundamente afectada. Un estudio pionero sobre las necesidades actuales de los pacientes oncológicos, presentado hoy en Barcelona, constata la necesidad de dar un giro en el abordaje de la patología, con la que conviven cada vez más personas debido a los avances en las terapias y el envejecimiento poblacional. El informe, impulsado por la Aecc en Cataluña, revela, entre otras cosas, que seis de cada diez enfermos de cáncer (un 65 por ciento) reclama el acceso a servicios complementarios que mejoren el bienestar de su día a día como los de oncoestética, fisioterapia, asesoramiento nutricional.

Asimismo, un 72 por ciento de los encuestados echa en falta información sobre éstos.

Yolanda Cuesta, miembro del comité ejecutivo de la Aecc en Cataluña, ha defendido el acceso de estos pacientes a estos tratamientos de apoyo aunque ha cuestionado que deban ser íntegramente financiados por la Administración. «El sistema público tiene sus limitaciones. Lo que tiene que hacer es tratar y diagnosticar muy bien», ha apuntado la experta, quien ha recordado que algunos hospitales de la red pública sí ofrecen estas prestaciones.

Más información y asistencia psicológica

Del informe se desprende también que un 51 por ciento de los afectados considera importante ampliar la información durante el proceso de la enfermedad; otro 51 por ciento la asistencia psicológica y el apoyo emocional; un 48 por ciento, el transporte; un 45 por ciento, la rehabilitación; un 44 por ciento, grupos de apoyo; otro 44 por ciento, ayudas económicas, y un 36 por ciento actividades de ocio.

Otro de los déficits apuntados por los pacientes es la escasa coordinación entre los profesionales implicados en la atención y la falta de información sobre las secuelas derivadas del proceso.

Diagnóstico y tratamiento, más que aprobados

Sin embargo, la mayoría de los pacientes (un 80 por ciento) valora muy positivamente la fase de diagnóstico. Un 82 por ciento de los pacientes cree que fue rápido; un 87 por ciento que el médico le dio información clara sobre el proceso y caso un 90 por ciento valora positivamente la información recibida sobre los efectos adversos.

Respecto el tratamiento, los resultados también son muy favorables, el 90 por ciento celebra la información recibida sobre efectos adversos; un 98 por ciento han percibido respeto y un 95 por ciento empatía de los profesionales sanitarios.

Mejorar la atención a los supervivientes

Los encuestados reclaman más apoyo en la fase de seguimiento, porque «no hay un modelo claramente definido» de atención a los supervivientes, lo que deriva en necesidades no cubiertas: un 20 por ciento no ha recibido información sobre secuelas; un 21 por ciento no se ha sentido acompañado al volver a la vida cotidiana, y un 36 por ciento no ha recibido ayuda para gestionar sus emociones.

La gerente de Aecc en Cataluña, Ángela Sánchez, ha abogado por que servicio público y entidades del Tercer Sector aúnen esfuerzos para que el enfoque de la enfermedad trascienda el proceso médico. En este sentido, ha anunciado la creación de un centro en Barcelona en el que se ofrecerá tratamiento integral a estas personas, «especialmente centrado en aquellos pacientes que por cuestiones económicas no pueden acceder al tratamiento». «De aquí a 2020 nos comprometemos para que esto no quede así. Cuando el enfermo nos necesite, nos tendrá», ha avanzado Sánchez.

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