Un nuevo escenario es posible
Vamos a asistir en breve a nuevos gestos de aproximación, guiños y manos tendidas
Actualizado: GuardarLa nueva estructura del gobierno español con las responsabilidades de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría que derivan su confianza en Enric Millo como Delegado del Gobierno en Cataluña abre, a mi entender, una ventana a la esperanza y a la posibilidad de ventilar el actual enrarecido ambiente renovando el aire de la comunicación fluida. El hecho es una buena noticia para Cataluña y el pueblo catalán que anda a la deriva, perdido en el laberinto del camino inexistente o cortado, el circuito sin fin o el regreso a la puerta de entrada; y a sabiendas de que la ya fracturada sociedad sufrirá la dolorosa frustración de unos y el camino de la alegría y la esperanza de otros, lo cierto es que se abrirá la senda del progreso, el crecimiento y la credibilidad para y con España y sus comunidades.
Vamos a asistir en breve a nuevos gestos de aproximación, guiños y manos tendidas puesto que básicamente ese desbloqueo es sin duda de interés general así como también lo es el tema de la financiación, inversiones, reconocimientos culturales y lingüísticos, junto con otros temas de especial sensibilidad para los catalanes. Y en ese escenario es imprescindible que el gobierno catalán y las formaciones que abogan por la secesión, aunque sepan de su imposibilidad, en lugar de organizar aquelarres y foros de gran toxicidad bien aireados por algunos medios, respondan de forma abierta y sincera a ese llamamiento, puesto que si por el contrario cierran la puerta en las narices al diálogo después de haber torturado a todo el mundo con el discurso del victimismo por sentirse abandonados, robados, insultados y vilipendiados; nadie les creerá ya más, el pueblo catalán no les entenderá el gesto y consecuentemente les dará la espalda. Y todo ello será la estocada final al procés y a las aspiraciones de mucha gente, pues no hay nada peor que la rebelión de los propios creyentes y seguidores.
La sociedad está ya muy cansada de tanto inútil forcejeo y pérdida de energía, máxime cuando los problemas verdaderamente importantes son la superación de la crisis, la incertidumbre de la nueva política americana, los efectos del brexit y tanta demanda social. Ante todo ello, al Sr. Puigdemont se le diluyen sus aspiraciones como la gota de agua en el lago, y una inútil insistencia solo le conducirá al ridículo ante propios y extraños.
Por todo ello creo que el diálogo debe ser necesariamente posible.
Mariano Gomà es presidente de Sociedad Civil Catalana
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