Cultura

Ricardo Flecha, el maestro de la gubia

El escultor e imaginero zamorano muestra sus trabajos en una exposición en su ciudad natal

Ricardo Flecha (dcha.), junto a una de las obras expuestas M. ÁLVAREZ

ALBERTO FERRERAS

A caballo entre la religiosidad y la tradición, la exposición «Ricardo Flecha. Escultor» constituye una ocasión única para ver la obra más reciente del discípulo aventajado de Ramón Abrantes. Poco acostumbrado a mostrar sus trabajos en exposiciones individuales, Ricardo Flecha (Zamora, 1958) hasta ahora únicamente había protagonizado una muestra propia en su ciudad natal, pese a ser un referente de la imaginería contemporánea de la Semana Santa zamorana. Por ello, la visita a la exposición que se puede ver en la Galería Espacio 36 hasta el próximo 25 de noviembre representa una oportunidad de oro para descubrir y apreciar de cerca hasta el mínimo detalle de su fino trabajo con las gubias.

Flecha, que es profesor de talla de madera en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora , demuestra su maestría en este material escultórico con once obras de poco más de medio metro de altura cada una, esculpidas en madera de nogal, olmo o castaño. La exposición se completa con otras cinco esculturas de pequeño formato cuatro de ellas en bronce y una, un penitente de Bercianos, hecha en marmol yugoslavo, que con su color blanquecino refleja fielmente la túnica impoluta del desfile del Viernes Santo.

La exposición de Ricardo Flecha se puede ver en la Galería Espacio 36 hasta el próximo 25 de noviembre M. A.

La representación de cofrades o de la capa parda alistana como elementos etnográficos también está presente. El recorrido expositivo constituye una forma de viajar por distintas celebraciones de la Semana Santa , con una pieza a escala en bronce volcado del «Cristo en brazos de la muerte» de la Pasión medinense, una talla en madera de nogal de un conquero de la Semana Santa toresana o bronces del Merlú y de un detalle del Barandales, dos de los personajes más típicos de los desfiles semanasanteros de Zamora.

El escultor confiesa que frente a esas obras de gran formato prefiere fijarse «en los ritos y los hombres y no tanto en las imágenes, ya que es un mundo muy rico plásticamente y ese es el mundo que intento reflejar». De ahí su predilección por esculturas como las que se exponen y también están a la venta en la Galería Espacio 36. En la exposición tienen cabida en un lugar preferente un pagano Zangarrón de Sanzoles o un festivo gaitero alistano. Sin embargo, es otra obra religiosa, la de un escorzado Jesús atado a la columna la que sirve de escaparate para adentrarse en una muestra que da forma a los aspectos «casi mágicos» de la religiosidad y la tradición.

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