Ignacio Miranda - POR MI VEREDA

Mejor no pensar

«Dígale usted a los adolescentes de ahora que estudien unas horas con Platón o Aristóteles. Menuda alineación de carcamales aburridos, con lo divertidas que resultan internet, la redes y la tele»

Ignacio Miranda
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando en 1990 se promulgaba la infausta LOGSE para llevar el buen rollito a las aulas y cuestionar el esfuerzo y la disciplina, cursaba COU siguiendo la rama de letras puras. Había cuatro horas semanales de latín, para traducir a Cicerón en sus «Catilinarias», y a Virgilio en «La Eneida». El año anterior, en griego y con el mismo profesor, el hermano de la Salle Pedro Valmaseda, unos meses bastaban para hacer lo propio con pasajes de la «Ciropedia» y la «Anabasis» de Jenofonte. Nombre que no responde a un bar de copas, sino a un militar e historiador heleno que, en pleno siglo IV antes de Cristo, se entretuvo en escribir el primer tratado de equitación, en el que ya habla del asiento, la posición del jinete, la reunión o la confianza del potro en la doma.

Poco a poco, sucesivos planes de estudio han ido marginando las lenguas clásicas o la historia del arte. Parecida suerte corre la filosofía. Esta semana, la psicóloga y especialista en inteligencia emocional Begoña Ibarrola ha impartido una conferencia en la Universidad Pontificia de Salamanca en la que ha calificado de drama la eliminación de la asignatura de los planes de estudio. «Si desaparece la filosofía, perdemos la capacidad de pensar, de hacerse preguntas trascendentes, algo imprescindible en el ser humano», apunta la experta, que resalta su función dentro de la inteligencia espiritual.

Pero claro, dígale usted a los adolescentes de ahora que estudien unas horas con Platón, Aristóteles, Averroes, Santo Tomás de Aquino, Spinoza, Kant, Hegel, Nietzsche o Sartre. Menuda alineación de carcamales aburridos, con lo divertidas que resultan internet, la redes y la tele. Por tanto, estamos peor de lo que parece: impera el pensamiento único y quizá, en breve, el no pensamiento gregario auspiciado por la globalización y la tecnología. Aunque siempre pervivirá la cultura clásica. Con mayúsculas.

Ver los comentarios