Mil hectáreas mineras en León serán restauradas con 70 millones

Carriedo destaca que los fondos europeos se van «gestionando ya» en la Comunidad

Fernández Carriedo el jueves tras reunirse el Consejo de Gobierno ICAL

M. Gajate

Los primeros registros de minas de carbón en la Comunidad se remontan al siglo XVIII en la zona de Bembibre. Sería ya en la segunda mitad del siglo XIX cuando se empieza a gestar la explotación industrial de los recursos en la provincia de León que, junto a Palencia, sería en uno de los territorios del país con mayor presencia de tajos. Las explotaciones se fueron multiplicando y se convirtieron en parte del paisaje, pero con los pozos ya cerrados y una política de energía limpia que dejó hace unos años en el pasado a las minas y las térmicas, el fin ahora es que la estampa trate de volver a su estado original. Desde la Junta se ha autorizado el encargo a Tragsa para la restauración de mil hectáreas de zonas degradadas en las cuencas con una inversión de 70,6 millones de euros.

El fin de las actuaciones en esta área es subsanar cuestiones medioambientales derivadas de las tareas extractivas y que básicamente consisten en la gestión de residuos y remodelación de los cauces fluviales y masas de agua y de los terrenos para recuperar el equilibrio de los ecosistemas y prepararlos para nuevos usos, así como actuaciones para garantizar la seguridad de personas y bienes en la zonas (como cierre de bocaminas) y la reparación del impacto en el paisaje. En ello se centrarán los tres proyectos aprobados ayer y que se centrarán en la comarca del Bierzo. En concreto, en la Gran Corta de Fabero, el área Torre del Bierzo-Villagatón y Casares y Ladil Minas de Bierzo Alto en Igueña.

Las obras se iniciarán a lo largo del mes de mayo con un plazo de ejecución de 36 meses y se prevé que generen 180 puestos de trabajo de entre los excedentes mineros, desempleados y población de las comarcas, en las que el fin de la actividad de las cuencas ha dejado sin empleo a miles de personas en los últimos años.

Los proyectos, que abarcan más de la mitad de hectáreas comprometidas por España para estas actuaciones hasta 2026, se ejecutarán con cargo a 67,9 millonesdel Plan de Recuperación Transformación y Resilencia, a los que se sumará una aportación de 2,69 procedentes de las arcas autonómicas.

La puesta en marcha del proyecto ha coincidido este jueves con la aprobación en el Consejo de Gobierno de varios expedientes que recurren a los fondos europeos. Es una prueba de que se van «gestionando ya» esta partidas procedentes de la UE para «finalidades muy específicas» que responden a los «objetivos de la Comunidad», destacó el portavoz del Ejecutivo autonómico, Carlos Fernández Carriedo. Los proyectos de restauración de las cuencas se financian, en concreto, mediante el fondo de transición justa del de Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

El Consejo de Gobierno aprueba, así, que los fondos Next Generation asuman también una inversión de un millón de euros para la restauración de escombreras en varias localidades de Valladolid y de 1,4 millones para un nuevo equipo de resonancia magnética en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, en Ávila. Además, se ha dado luz verde a una partida de un millón para la reforma de las instalaciones de la oficina de empleo de Valladolid . En esta caso a cargo de los clásicos fondos estructurales.

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