El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, visitó ayer la factoría de Renault en Valladolid
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, visitó ayer la factoría de Renault en Valladolid - F. HERAS
Economía

El «corazón» de Renault cumple 50 años

Tras medio siglo de historia, De los Mozos destaca que la factoría con sede en Valladolid «está en su mejor momento»

VALLADOLID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ángel Hernández, Elvira Tejera, Pedro Sánchez, Pedro Pintado... son sólo algunos de los 10.000 empleados que han pasado por la factoría de Renault-Motores desde que abriera sus puertas en 1965 con apenas 250 trabajadores en una «aventura industrial» que hoy da trabajo a más de 2.000 personas y que ayer celebró su cumpleaños. Ellos recorrieron entre imágenes de archivo y recuerdos nostálgicos los 50 años de historia de esta fábrica que está considerada la «joya tecnológica» de la Alianza y que en 2015 presume de haber batido un nuevo récord de producción con 1,5 millones de motores salidos de sus instalaciones en Valladolid, la mitad de los facturados por la multinacional con envíos para Nissan, Mercedes Benz o Infinity, entre otros.

El director del centro, Manuel Guillermo, hizo especial mención de aquellos «visionarios» que hicieron posible el proyecto y reivindicó el «espíritu de Motores» en su defensa de un equipo muy competitivo que siempre ha luchado para «superar retos que parecían imposibles». Como buen ingeniero, fue citando los modelos nacidos al amparo de Famesa y los avances experimentados. El motor C que equipaba el R-8, del que se fabricaron 100.000 unidades con una plantilla de mil personas apenas tres años después de arrancar la actividad. «Y cuando se apretaban los tornillos a mano». La llegada de los primeros autómatas. El motor E de los ochenta, el K de los noventa y el «hito» que supuso en 2001 el diesel K9, sin olvidar los H4 y H5... «La transformación ha sido espectacular», reconoció Guillermo. Tanto que el Director de Fabricación y Logística del Grupo Renault y presidente del Consejo de Administración Renault España, el vallisoletano José Vicente de los Mozos, quiso echar la vista atrás para volver a verse allá por 1978, cuando él mismo era aprendiz en la factoría, jugando al fútbol en unos campos que ya no existen. «¡Lo que ha cambiado!», exclamó el máximo ejecutivo, que identificó Motores con «el corazón que da vida al rombo» y a sus trabajadores con «el alma» de la empresa.

«Conservar lo que tenemos»

De los Mozos subrayó la necesidad de mantener la apuesta por la competitividad y la formación continua para conservar el liderazgo, pero, sobre todo, incidió en el reto que supone mantener en el tiempo lo alcanzado hasta ahora. «El mundo cambia constantemente y muy rápido, y hay que conservar lo que tenemos sin olvidar de dónde venimos» para concluir que las plantas de la compañía se encuentran en su «mejor momento» en materia de productividad. El alto ejecutivo defendió que Renault «es el verdadero motor de nuestra tierra, Castilla y León, y quiere seguir siéndolo».

De ese futuro quiso hablar el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que evocó los buenos momentos compartidos sin esquivar «los de mucha preocupación», el último cuando el semáforo de Renault se ponía en rojo en 2006 advirtiendo de que venían malos tiempos. Ahora, cuando el rombo es la avanzada de la recuperación, el jefe del Ejecutivo regional reconoció que si funcionan las factorías de automoción de la multinacional francesa, funciona la economía de Castilla y León. Elogió a los trabajadores de la firma y a sus representantes, a los que consideró «pioneros de la flexibilidad» para incrementar la productividad, y la puesta en marcha de los dos planes industriales aprobados en 2009 y 2013, pero también puso de relieve el compromiso «en la medida de lo posible» de las instituciones, con ayudas por valor de 1.000 millones. Según Herrera, la crisis ha promovido «el reencuentro con la importancia de la industria» y en un momento en el que se busca un cambio en el modelo productivo, el presidente apostó por un esquema con una base industrial más sólida.

Sobrino y primo de «faseros», el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, aprovechó la presencia del presidente del Gobierno regional para pedir un «trato de cariño y justo» para las fábricas asentadas en la capital. «Si es bueno para Valladolid, lo es para todas las provincias», aseguró, al tiempo que proclamó el orgullo de la ciudad por contar con Renault como empresa de cabecera. Destacó el optimismo de una firma que pone en el mercado productos de éxito, que mantiene el liderazgo y consigue la satisfacción de sus clientes. «Tengo la confianza de que dentro de otros 50 años Renault seguirá en Valladolid», dijo

Ver los comentarios