Antonio Gómez, urólogo: «El cariño de los enfermos no me deja jubilarme y olvidarlos»

El jefe del Servicio de Urología de Toledo se jubila tras más de 20 años al frente de un equipo donde sustituyó a José Ollé

El doctor Antonio Gómez operando en Oaxaca (México) a pacientes sin recursos ABC
María José Muñoz

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Lleva más de 20 años al frente del Servicio de Urología y Transplante Renal del Complejo Hospitalario de Toledo, donde tomó el testigo de José Ollé, un listón alto que él alcanzó pronto consiguiendo el reconocimiento de la profesión y el cariño de los pacientes. Ahora (el sábado cumplió 70 años) le llega la jubilación oficial, aunque el amor por su oficio le impulsa a seguir trabajando en la sanidad privada y mantiene la consulta online que abrió al llegar la pandemia del coronavirus.

Aunque poco tiempo, ha podido conocer el nuevo Hospital Universitario de Toledo. ¿Cómo lo ha visto?

Faltan muchas cosas. Es un hospital que está haciéndose, tiene muchos defectos de estructura, los accesos no funcionan bien y los móviles no tienen cobertura. Es un hospital muy grande en pasillos pero muy deficitario en espacios para los médicos, para las enfermeras, para despachos...

En su servicio se hacen trasplantes renales. ¿Ha habido algún avance en los últimos tiempos?

Lo último que se está haciendo es la donación en asistolia, cuando el paciente está en muerte cardíaca, no encefálica. La asistolia es cuando el corazón deja de funcionar y la extracción del órgano hay que hacerla mucho más rápido. Se está empezando a utilizar un aparato, el ECMO, para mantener vivos los órganos a pesar de que el corazón no funcione. Es como un corazón externo que sigue manteniendo en circulación la sangre y el oxígeno para que los órganos duren más tiempo y la extracción pueda hacerse de forma más reglada y no tan rápida.

¿Ya tiene sustituto en la Jefatura del Servicio tras su jubilación?

De momento, la dirección ha puesto a un coordinador, el doctor Ignacio Gómez. La Jefatura tendrá que convocarla el Sescam, como todas las que quedan libres, y se presentará gente bien del servicio, o bien de fuera. Hay muchos compañeros de Urología que son excelentes profesionales y llevan mucho tiempo en el servicio, y podrían realizar la coordinación hasta que se nombre el nuevo jefe del servicio.

¿Está molesto?

Tanto yo como otros buenos profesionales del hospital, como ha sido el doctor José María Pinto, el jefe de Rayos, —que se acaba de jubilar—, hemos sido bastante críticos con la dirección en cuanto a la apertura del nuevo hospital sin los medios ni los equipos necesarios y deprisa y corriendo. Yo fui sustituido antes de mi jubilación. Es verdad que el hospital Virgen de la Salud ya estaba obsoleto, las urgencias estaban colapsadas...pero nos hemos cambiado y las cosas no han cambiado mucho. Y ahora mismo hay servicios que no están en el hospital nuevo como son Anatomía Patológica, Bioquímica o Farmacia, que son muy necesarios y siguen en el Virgen de la Salud.

¿Cuántos urólogos tiene el servicio?

Éramos 16 y ahora nos hemos jubilado seis de golpe, y hay un cierto déficit. Ahora están recuperando a gente que han sido residentes aquí y que estaban en otros sitios, que tampoco es lo mejor para el servicio. Hay en marcha una OPE que está pendiente y no se sabe qué plazas van a salir, son 19 en toda Castilla-La Mancha. Se examinaron 53 personas y han aprobado más de 30, pero solo hay 19 plazas.

¿Qué se lleva de toda una vida profesional dedicada a la urología?

Me llevo el cariño de mis compañeros, el cariño de los enfermos y todas las palabras, mensajes y llamadas que he recibido estos días. Es increíble, pero bueno, son muchos años los que he estado. Yo llegué a Toledo el 2 de enero de 1980 a hacer el MIR, cuando estaba de jefe de servicio el doctor Ollé Carreras, al que luego sustituí. Pero voy a seguir con mi consulta privada en el Instituto Médico Integral (HM IMI Toledo), en la avenida de Irlanda, y trabajando en Toledo mientras me encuentre bien y la cabeza me funcione un poquito. Es lo que sé hacer, lo que hecho toda mi vida, y el cariño de los enfermos no me deja jubilarme ni olvidarme de ellos. Trataré de seguir ayudando a la gente.

¿Qué cambios básicos ha notado la urología con la pandemia?

En el Virgen de la Salud solo hacíamos cirugía oncológica porque desgraciadamente el resto de casos no daba tiempo a hacerlos. Hay tantos pacientes en lista de espera con problemas graves y de tumores, que el resto de problemas benignos, litiasis, próstatas normales, hidroceles...no daba tiempo a hacerlo, y hemos dejado de hacer más de 400 cirugías de tumores en el tiempo de la pandemia. Y eso hay que recuperarlo, hay que operar por las tardes para que no se agraven las patologías. A ver si pasa todo este calvario del virus y el hospital se puede recuperar.

Acaba de regresar de otra misión humanitaria en México.

Sí, en Oaxaca, en el sur. Hemos intervenido allí a 71 pacientes sin recursos durante una semana trabajando mañana y tarde, pacientes que de otra forma no se podrían operar.

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