El concsejero de Educación, Ángel Felpeto, durante la entrevista
El concsejero de Educación, Ángel Felpeto, durante la entrevista - Luna Revenga

Entrevista a Ángel Felpeto«A día de hoy, no está previsto eliminar ningún convenio con los centros concertados»

Apodado por muchos como «el conciliador», a sus 68 años supo calmar las aguas revueltas que se encontró a su llegada a la Consjería

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Uno de la educación nunca se va. Si no, que se lo pregunten a Ángel Felpeto. Con 68 años y jubilado, todavía sigue en política. Su vocación y compromiso, unidos a la insistencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, fueron claves para que Felpeto se convirtiera en el nuevo consejero de Educación hace poco más de un mes.

-¿Qué hace un jubilado todavía al pie del cañón?

-Eso me pregunto yo todos los días y se lo resumo de una manera muy sencilla: compromiso y vocación.

-¿Tuvo que insistir mucho Emiliano García-Page para que volviera?

-Evidentemente, tuvimos una conversación muy larga. Entendí que, en este momento y en este proyecto, yo podía ayudar, y acepté. Somos amigos, hemos trabajado juntos y nos conocemos muy bien.

Acepté por compromiso y porque, al final, yo creo que uno nunca se va de la educación.

-Tomó posesión de su cargo como consejero de Educación en una época de tensiones entre los sindicatos y la consejería. Con su llegada, sin embargo, parece que las aguas se han calmado. De hecho, ha sido apodado por muchos como «el conciliador. ¿Le gusta el calificativo?

-Sí, me gusta porque es mi manera de ser. Yo siempre digo que en todas las cosas hay un punto de encuentro, incluso en las discrepancias más absolutas. Cuando le dije sí a Page, tuve en cuenta dos cosas: participación en la comunidad educativa y conciliación entre las familias, el profesorado y la sociedad en general, porque la educación es cosa de todos. Porque para mí hay un principio fundamental que pasa por el respeto al trabajo de los profesores, la participación de las familias en el ámbito que les corresponde y la implicación de la sociedad.

-En época de elecciones, siempre sale a relucir el denominado Pacto por la Educación. ¿Cree que es algo utópico o, por el contrario, algún día se podrá alcanzar? ¿Por dónde debería ir ese cambio?

-Yo no creo que sea utópico. Es más, siendo ministro de Educación Ángel Gabilondo, el pacto estuvo hecho, pero alguien, en un momento, lo impidió. Yo creo que sí es posible y sigo pensando que cada vez deberá ser más probable. Yo recuerdo muy bien en la transición cómo se gestó la Constitución. Los que vivimos aquel momento nunca creímos que Santiago Carrillo y Manuel Fraga fueran capaces de entenderse, porque nos parecían posturas muy antagónicas pero, sin embargo, supieron renunciar a muchas cosas en aras del bien común. Y, aunque han pasado bastantes años y la situación de nuestra sociedad no es la misma, yo creo que, hoy más que nunca, necesitamos entendernos porque la educación es el futuro de nuestra sociedad.

-Una de las decisiones más polémicas que al final aprobó la Consejería de Educación, después de un tira y floja con el Gobierno de España, fue la de las reválidas en cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato. ¿Es ésta la forma más certera de evaluar a los alumnos?

-No, en absoluto. La evaluación es un proceso continuado durante todo el curso, y no un proceso asociado a un examen final. En este caso, no es la mejor manera y creo que se pueden discutir las formas. Yo soy de los que hizo la reválida en su momento y no me aportó nada, salvo una situación de estrés. Eran otros tiempos porque, por aquel entonces, había un sistema de selección. Pero ahora no debemos hablar de un sistema de selección, sino de sistemas de integración, de capacidades y debemos confiar esto a quien mejor conoce al alumno. Yo soy partidario de la evaluación continua.

Educación concertada

-Otra medida muy cuestionada ha sido la congelación de la partida presupuestaria de la educación concertada. ¿Cuál es su modelo ideal para Castilla-La Mancha?

-Conozco muy bien la gestión de la educación de Castilla-La Mancha. Yo fui director de dos institutos. Uno era el más grande de la región en ese momento, el IES «Universidad Laboral», en Toledo, y luego estuve dos años como director del IES «Montes de Toledo», en Gálvez. También conocí la Consejería de Educación en el momento de las transferencias, cuando trabajé como jefe de Servicio, y luego en la Dirección provincial de Educación. Por tanto, creo que tengo una visión global de lo que es la educación en nuestra región desde el ámbito de la gestión. ¿Qué es lo que ocurre? Después de las transferencias, se produce una situación de equilibrio entre la educación pública y la concertada, y de lo que yo denomino «paz escolar». La Administración del Estado en ocasiones no dispone de los medios necesarios para escolarizar a todos los alumnos y acude a instituciones o colectivos que sí disponen de esos centros, y los utiliza para financiarlos.

En el momento de recibir las competencias de educación, en el año 2000, en Castilla-La Mancha se normalizaron los conciertos con los centros concertados, completando los cursos aún pendientes de concierto, para garantizar la escolarización concertada en la totalidad de la línea -por ejemplo, si estaba concertado 1º y 2º de ESO, se concertó también 3º y 4º-. Entonces, se firmó un acuerdo para el mantenimiento del empleo del profesorado de la concertada.

En la pasada legislatura se creó el modelo de centro público-privado que avanzaba hacia un modelo que practicaba el desequilibrio. Entonces, ¿debemos mantener esa red de centros concertados asociada a las necesidades de escolarización? ¿Y la red de centros públicos asociados a las necesidades de escolarización? Desde la consejería de Educación, se apuesta por la educación pública y por el mantenimiento de la concertada.

-Muchos le acusan de estar ninguneando la educación concertada...

-Los centros concertados tienen un número de puestos de trabajo, escolarizan un número de alumnos y deben hacerlo con los mismos criterios y las mismas características que se hace en la red pública. Por tanto, creo que no hay conflicto, y así se lo he trasladado a los padres y directores de centros concertados, puesto que todos tenemos que caminar juntos sin alterar el número de centros concertados y públicos y el servicio que prestan. Creo que esto se ha estado utilizando de mala manera, pero en ningún caso se ha restado ninguna unidad concertada a ningún centro concertado, aunque hay algunos que digan lo contrario.

-Entonces, ¿podríamos decir que los conciertos tienen un futuro estable?

-En este momento tienen una situación absolutamente estable. Si en un momento determinado un centro concertado no tiene alumnos, le sucederá lo mismo que a un centro público. Es decir, si baja la población y disminuye el número de escolares, tendrá que perder una unidad. Actuamos con el mismo criterio tanto con los centros públicos como con los concertados. Pero a día de hoy, no está previsto eliminar ningún concierto, a no ser que se derive de la pérdida de matrícula.

Felpeto posa en el exterior de la Consejería de Educación
Felpeto posa en el exterior de la Consejería de Educación - Luna Revenga

-El Partido Popular le acusa de querer cargarse el Bachillerato de Excelencia...

-Faltan a la verdad. El Bachillerato de Excelencia se implantó en la región en la anterior legislatura en trece educativos, pero sin ninguna normativa que lo avalara. Yo creo que el Bachillerato de Excelencia debe asociarse a un proyecto de innovación con la legislación correspondiente y debe ofertarse a todos los centros de la región. Por tanto, no vamos a cargarnos nada, sino que vamos a extenderlo a todos los centros de manera regulada.

-El tema del bilingüismo ha sido siempre una asignatura pendiente en Castilla-La Mancha. ¿Cree que el programa está funcionando satisfactoriamente?

-Me he reunido con los directores de centros de toda la comunidad y hemos coincidido que es uno de los temas que hay que mejorar. El bilingüismo no es un cartel a la puerta de un centro educativo, sino que es algo más. Es lograr que los alumnos a través de un proyecto aprendan un idioma y eso implica una buena y mejor formación del profesorado y un proyecto de innovación. Lo revisaremos con tranquilidad para mejorarlo.

-En tiempos de crisis, la Formación Profesional ha sido una de las principales tablas salvadoras para la búsqueda de empleo de muchos jóvenes. ¿Sigue siendo una de las principales apuestas de su consejería?

-Sí, lo es. Nos hemos reunido con los empresarios para pedirles su colaboración y ofrecerles la nuestra. Esta semana se ha aprobado una normativa sobre Formación Profesional Dual. En FP debemos trabajar codo con codo con las propias empresas, eso significa parte de formación en centros y parte de formación con la propia empresa. Esto tiene una ventaja: cuando se trabaja de forma seria y bien, eso inmediatamente es empleo, porque las empresas sienten que trabajamos con ellas y, automáticamente, supone una inversión para los alumnos, que serán trabajadores de esas empresas. Cuando todo esto se hace bien, la inserción laboral es del 100 % en algunos casos y, en otros, la tasa es muy alta.

Admisión de alumnos por zonificación

-Entre las novedades anunciadas para el curso 2017-2018, destaca la forma de asignar colegio al alumnado. Pondrán en marcha el proceso de zonificación, lo que muchos han calificado como una forma de cargarse la libertad de elección de centro...

-Yo creo que la proximidad al domicilio debe tenerse en cuenta. La familia entiende que si vive cerca del centro deberá tener opción a ser alumno de ese centro. ¿Cómo se hace eso? Pues zonificando, haciendo zonas educativas, donde haya centros públicos y concertados para que así la gente tenga libertad de elegir el centro. La libertad de elección está mal entendida. No es infinita y esto no quiere decir que siempre tenga que ir al centro que se quiera, porque las plazas son limitadas y eso todo el mundo debe entenderlo. Lo que quiere decir es que yo tengo opción a solicitar ese centro, pero luego existe un baremo que incluye la renta, el número de hermanos y ahora añadimos la proximidad, que es lo que faltaba.

La libertad de elección de centro está mal entendida. La proximidad al domicilio debe tenerse en cuenta

-El sindicato de docentes de la enseñanza pública (ANPE) le trasladó su propuesta de establecer un calendario escolar basado en el modelo de la Comunidad de Cantabria. Es decir, vacaciones cada dos meses. ¿Es francamente viable?

-Hablamos de un modelo europeo que en España no reúne las características europeas. Yo conozco bien el sistema educativo francés y alemán, donde este calendario está institucionalizando en la sociedad. En esos casos, las vacaciones escolares coinciden también con las vacaciones familiares. La Semana Blanca, que son quince días en Carnaval, no son vacaciones solo para los escolares, sino también para sus familias. En efecto, se han ido asociando los tiempos escolares con los familiares, y así se concilia la vida familiar, laboral y escolar. Pero eso aquí, de momento, no se ha hecho. Cuando se haga, yo creo que sí será posible hablar de ese tema. Por tanto, mi criterio es que la Consejería de Educación y yo como responsable no vamos a promover un calendario de este tipo hasta que no haya un consenso, casi en su totalidad, en la sociedad, porque de lo contrario sería alterar la vida familiar y laboral por el calendario escolar.

-Cambiando de tema, ¿le ha quitado mucho el sueño el incendio de Seseña?

-El sueño, no. Pero sí me ha supuesto muchas preocupaciones y quebraderos de cabeza, porque en esos días había que conciliar la seguridad de los niños y profesores con saber que estábamos causando un trastorno en el ámbito académico.

-Satisfecho entonces con el trabajo realizado...

-Sí, satisfecho con el trabajo realizado y muy agradecido a la comunidad educativa, en general, con las familias y con el Ayuntamiento de Seseña, con el que ha habido un buen entendimiento.

El incendio de Seseña me ha supuesto muchas preocupaciones y quebraderos de cabeza

-Hace unos días, los familiares de un alumno de Numancia de la Sagra agredieron a un profesor. Hablando de violencia, ¿de qué manera se pueden evitar los casos de violencia en las aulas?

-La mejor manera es que las familias conozcan y respeten el trabajo del profesorado, y en eso estoy poniendo todo el esfuerzo. Lo voy a seguir poniendo en los consejos escolares de localidad y en el consejo escolar. Además, para el próximo curso promoveremos alguna campaña que haga más visible, si es posible, el trabajo del profesorado para que las familias se impliquen y reconozcan su trabajo.

-Año Greco, Año Quijote, Año Cervantes y el próximo será el año del Cardenal Cisneros…. ¿es necesario buscar todos los años alguna efeméride para «vender» Castilla-La Mancha?

-Necesario no, pero sí útil y bueno por dos razones. Primero porque eso es patrimonio de nuestra tierra y, de alguna manera, realzar ese patrimonio, en algunos casos será material y en otros inmaterial. Y en segundo lugar, porque cada conmemoración de este tipo tiene unos resultados de futuro. Por ejemplo, en Sigüenza con motivo del Año Cervantes, tenemos la exposición «Atempora», donde, de las más de 300 piezas expuestas, 33 han sido restauradas y recuperadas. Son hitos que van apareciendo en el camino y que llevan aparejada la creación de empleo y la puesta en valor del patrimonio de nuestra región.

No vamos a promover cambios en el calendario escolar hasta que no haya un consenso en la sociedad

-Han anunciado que presentarán el Plan Estratégico de la Cultura 2017-2022. ¿En qué consistirá?

-Es un trabajo en el que yo no he participado porque llevo solamente un mes. Lo llevo a cabo la anterior consejera y el viceconsejero de Cultura con todos los sectores del ámbito de la cultura, desde las artes escénicas hasta los parques arqueológicos, bibliotecas, archivos, museos… El plan quiere decir que tenemos que hablar de futuro, de cómo gestionar todo lo que supone el mundo de la cultura en un plazo determinado. Es probable que vea la luz para el próximo agosto.

-En materia deportiva, muchos deportistas de la región han denunciado el poco apoyo económico que reciben por parte de la Junta. ¿Piensan tomar medidas al respecto?

-Este momento de crisis, ha supuesto también un varapalo para el mundo del deporte. Yo he querido darle la misma importante a la educación, cultura y deporte porque son tres ámbitos de la Consejería de Educación. Mi preocupación debe ser la misma para los tres pero, obviamente, educación tiene más dimensión que las otras dos, aunque la dedicación y preocupación debe ser la misma. Este año se ha empezado a normalizar las convocatorias de ayudas a clubes y asociaciones, colectivos y atletas, a través del programa «Clamo», y en esa dirección tenemos que trabajar. En septiembre, también se les ofrecerá a los centros educativos un proyecto de deporte saludable con financiación y reconocimiento al trabajo de los centros.

-Época de vacaciones, ¿es partidario de que los escolares tengan deberes en verano?

-En el horario lectivo el alumno hace su trabajo dirigido por sus profesores. Eso que nosotros llamamos deberes por la tarde en casa, lo entiendo como una pequeña prolongación del trabajo de clase para ayudar a fomentar el habito de trabajo desde pequeños, porque luego, cuando lleguen a la Universidad fuera del horario lectivo, deberán hacer unos trabajos. Desde pequeños, los alumnos deben irse acostumbrando a realizar un trabajo personal asociado a la escuela que, gradualmente, podrá ir incrementándose. Los deberes no son un castigo, sino que son un elemento que ayude a fomentar el hábito de trabajo personal. El verano es para que los alumnos tengan sus vacaciones, pero también para que cada día hagan una pequeña actividad; por ejemplo, yo invitaría a los niños a leer.

-¿Qué deberes tiene Castilla-La Mancha para este verano?

-Evidentemente, tiene muchos. El primero es hacer realidad la participación educativa, porque a partir de ahí pueden venir muchas más cosas, como un buen entendimiento entre familias, profesorado y sociedad, que empieza, repito, por el respeto al trabajo del profesorado. Las familias deben entender cuál es su papel en la escuela, porque la educación es cosa de todos, no solo de unos pocos. Ese es el primer deber que yo me he impuesto. Lógicamente, ahora estamos viviendo un momento previo a las elecciones y es un poco inútil hablar de esto, pero, sea cual sea el resultado, un deber para mí será impulsar desde aquí ese pacto por la educación. Y una cosa muy importante: mejorar las condiciones de trabajo del profesorado y alumnado. Bajar el número de alumnos por clase y mejorar las infraestructuras.

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