Campisábalos, el pueblo con el aire más limpio de Europa

Los 68 habitantes censados pueden presumir de ser los que respiran más puro, según se deprende de un informe de la OMS

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Los habitantes de Campisábalos, en Guadalajara, tienen que pagar por la luz, el agua e, incluso, un impuesto al sol, si quieren disfrutar de energía solar. Pero lo que no pagan, afortunadamente para ellos, es el aire que respiran. Los calabreses —gentilicio con el que se conoce a los paisanos de Campisábalos— respiran profundamente, y hasta los turistas se instalan allí unos días para limpiar sus pulmones.

En 2016, los datos que recogía un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmaban que esta localidad del norte de la provincia de Guadalajara disfruta del aire más puro de España y es la tercera del mundo, según la estación meteorológica instalada en Campisábalos.

A este reconocimiento se ha sumado este año su inclusión en el listado de municipios más sostenibles elaborado por el portal turístico «Hundredrooms», que sitúa a Campisábalos en el primer puesto de Europa al poseer el aire más puro del continente.

Un hecho que se ha conocido al coincidir con el Día Mundial del Medio Ambiente y al celebrarse en 2017 el Año del Turismo Sostenible, declarado por las Naciones Unidas.

Si las partículas nocivas en el aire no deben superar los 10 microgramos por metro cúbico, en Campisábalos no llegan ni a la mitad. La clave, según subraya el alcalde de la localidad, Pedro José María de Pablo Ricote, es «la lejanía con respecto a núcleos industriales, su altitud a 1.351 metros sobre el nivel del mar y un viento del norte que lo limpia todo». Aquí se disfruta de una larga vida, incluso algún empresario se ha planteado comerciar con su aire.

En Campisábalos hay censados 68 habitantes aunque, según reconoce el alcalde, en el pueblo viven tan solo una veintena de personas, y casi todas mayores. «Eso sí, muchos de nuestros ancianos pueden presumir de tener una salud de hierro, con pocas afecciones pulmonares y respiratorias, además de vivir en algunos casos más de 100 años», asegura De Pablo Ricote, cuya madre «tiene 102 primaveras y está en perfecto estado».

Por eso, a pesar de los fríos inviernos, los calabreses y su alcalde recomiendan a la gente acercarse a conocer los atractivos de su municipio. Entre ellos destacan la iglesia románica de San Bartolomé, el complejo turístico «El Mensario» y su entorno natural, con el hayedo de Tejera Negra a tan solo 20 kilómetros. Pero ahora en el pueblo están también encantados de compartir con el visitante el aire más sano de Europa. Ya lo dijo Rosalía de Castro: «Puro el aire, la luz sonrosada, ¡qué despertar tan dichoso!»

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