Cara a cara con un volcán nuevo y de aforo limitado

Las rutas al nuevo volcán de La Palma solo admiten 240 personas al día, en cuatro grupos de 15 personas en cuatro turnos, ya que se trata de un terreno nuevo y de gran sensibilidad

El nuevo volcán aún sin nombre de La Palma Laura Bautista

Laura Bautista

A 500 metros del cráter del nuevo volcán de La Palma , aún humeante, es donde culmina la ruta abierta recientemente en la isla para mirar de cerca al 'monstruo'. La ruta circula por tierra nueva, dunas de ceniza, estrechos senderos de lapilli y un suelo aún caliente seis meses después de la finalización de la erupción. Es terreno frágil , y por eso este volcán es aún una vista de aforo limitado.

El sendero hacia Cabeza de Vaca tiene 2,5 kilómetros de ida y lo mismo de regreso , con subidas exigentes en valles de dunas de lapilli de varios metros de altura. Han sido los expertos los que han definido el sendero, el aforo y la capacidad que tiene este transformado territorio. Por el momento, 240 personas al dí a , en cuatro grupos de 14 personas más guía, en cuatro franjas horarias.

El guía de Isla Bonita Tour , Romeo Weber, asegura que es una de las más solicitadas, con un cupo que suele completarse siempre. Por el camino explica cómo era antes esta senda, cómo el volcán le dio la vuelta a esta zona, las diferentes estaciones científicas que salpican el camino, colocadas para medir calor, gases y sismicidad así como las diferentes coladas que brotaron y las bocas que se fueron abriendo desde este gran gigante de la naturaleza.

Además de las rutas a visitantes y turistas, la ruta también la hacen con residentes, «pero para ellos la explicación es completamente diferente» . Los sentimientos siguen a flor de piel, y el paso del tiempo no ha enfriado la frustración y el dolor que durante 85 días y 8 horas provocó este 'bicho'. «Qué les voy a explicar a ellos que no sepan, si en La Palma seguíamos minuto a minuto el volcán», confiesa. Estas rutas también se llenan, hay quienes no quieren ver a este «desgraciado», pero también son muchos los que quieren mirarlo frente a frente , una manera de pasar página, seguir adelante y reconciliarse con este 'monstruo' que les cambió sus vidas.

Las copas de los pinos dan una idea del volumen de ceniza en la zona Laura Bautista

«No son pinos pequeños, son pino enterrados», advierte. Y es que las pequeñas copas que sobresalen apenas un metro en las dunas de decenas de metros de Cabeza de Vaca casi parecen pinos recientes, por su pequeño tamaño y su brillante color verde que empieza a rebrotar. El pino canario suele alcanzar entre los 15 y 25 metros de altura , «el resto del pino está bajo ceniza». Negro sobre verde, donde el segundo lucha por ganar la batalla. Las higueras también han sobrevivido a la erupción y a tres meses de cenizas y gases. La flora en esta zona ya está rebrotando y la vida regresa a esta zona inhóspita , a una distancia tan cercana al cráter (los dos principales) que es casi increíble.

Por el camino, mientras el estrecho sendero regala vistas vertiginosas a un valle urbano cubierto de negro, y al horizonte del Atlántico azul, extremo cuidado por donde pisar . «Siempre dentro del sendero», advierten los guías, «pisar fuera es muy peligroso». Tubos lávicos, fumarolas o altas temperaturas son algunas de las amenazas que aún se mantienen en los bordes de esta ruta.

Los visitantes aprovechan la cercanía para hacer fotos al nuevo volcán Laura Bautista
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