El juez decreta el ingreso en prisión del hombre que estranguló a su esposa en Calviá

El Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, en funciones de guardia, ha dictado este domingo un auto en el que decreta prisión comunicada y sin fianza para Warren L., de nacionalidad británica y 50 años de edad, por la muerte de su mujer, Lisa Jane, de la misma nacionalidad y 49 años de edad. El magistrado imputa a Warren L. un presunto delito de homicidio. La víctima falleció en la madrugada del pasado sábado en el municipio mallorquín de Calviá, tras haber sido estrangulada con el cable del cargador de un teléfono móvil por el supuesto homicida.

El crimen tuvo lugar tras una fuerte discusión, al parecer por motivos económicos. El suceso se produjo en el bloque de apartamentos «Siesta», ubicado en el número 155 de la calle Bella Vista, en la zona conocida como la Costa de la Calma.

La Guardia Civil había detenido al hombre en el propio domicilio y se había hecho cargo de la investigación desde el primer momento.

El presunto homicida había llamado al 112 en torno a las 03.20 horas de la madrugada del sábado, para comunicar que había matado a su esposa en el domicilio que compartían. De inmediato, efectivos de la Policía Local de Calviá, la Guardia Civil y una UVI móvil se desplazaron hasta el lugar de los hechos. El personal sanitario intentó reanimar a la mujer, que presentaba parada cardiorespiratoria, pero no pudo hacer ya nada para evitar su fallecimiento. Durante los trabajos de reanimación, el personal sanitario constató que la víctima tenía marcas en el cuello, que desvelaban que había sido estrangulada. La autopsia practicada horas después a la víctima confirmó ese extremo.

La mayoría de residentes en el bloque de apartamentos «Siesta» de Calviá son personas de nacionalidad británica, alemana o francesa, que suelen pasar la mayor parte del año en Mallorca. Al parecer, ningún vecino oyó gritos ni ruidos en la madrugada de ayer, antes del crimen. Se trata de la primera muerte por violencia de género en 2016 en Baleares. La víctima no había presentado denuncias previas por malos tratos contra su marido. El hombre vivía en Mallorca desde hacía diez años, mientras que su esposa pasaba temporadas en la isla y también en su país natal. El matrimonio tenía una hija de 19 años, que vive en el Reino Unido.