Atril de Moncloa donde Rajoy hizo el viernes su balance del año
Atril de Moncloa donde Rajoy hizo el viernes su balance del año - MAYA BALANYA

El plan de Rajoy para mejorar su imagen

La primera fase de la estrategia consistió en contrarrestar su declaración en Gürtel

Madrid Actualizado: Guardar
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Por primera vez desde que ganó las elecciones generales hace trece meses Mariano Rajoy se ha sometido a los dictados de una campaña de comunicación para mejorar su imagen. Se elaboró en Moncloa la semana pasada con una primera fase para contrarrestar los efectos negativos de su declaración como testigo en el caso Gürtel. Y ha cosechado un efecto inmediato: con tres comparecencias públicas en tres días y la ayuda de dos magníficas noticias sobre la mejora de la economía, el presidente del Gobierno ha superado el bache que le va a permitir marcharse de vacaciones sin mas preocupación que lo que ocurra en Cataluña.

La segunda fase comenzará en septiembre y tiene como objetivo revitalizar al PP y empezar a prepararle para las elecciones municipales y autonómicas de dentro de dos años.

El primer fin de semana Rajoy presidirá en Valencia una convención de todos los parlamentarios regionales y nacionales de su partido y el segundo, una reunión intermunicipal con los alcaldes. A finales de ese mes, en vísperas de la intentona de referéndum de los independentistas, viajará a Cataluña para participar en la escuela de verano de los populares que se va a celebrar allí.

Toda la estrategia estará centrada en resaltar el protagonismo del presidente, quien, superado el difícil trance de tener que testificar en la Audiencia Nacional, tendrá que acudir en otoño a la comisión parlamentaria sobre la financiación del PP donde deberá enfrentarse a los primeros espadas de la oposición, que continúan centrando su labor en la corrupción de los populares y lo que ellos consideran el papel protagonista de Rajoy en los escándalos.

Mariano Rajoy, durante su intervención tras el consejo de ministros
Mariano Rajoy, durante su intervención tras el consejo de ministros - MAYA BALANYA

La petición de que el presidente dimita efectuada por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tan pronto acabó su comparecencia judicial es prueba de esta estrategia dedicada a deteriorar su imagen. El siguiente movimiento de los dos líderes de izquierdas ha sido pedir la celebración de un pleno extraordinario en el Congreso para que el presidente explique lo que dijo en la Audiencia Nacional. En Moncloa están convencidos de que rematarán su hoja de ruta conjunta presentando una moción de censura junto a las conclusiones de la comisión parlamentaria «A falta de críticas creíbles sobre la mejora de la economía y el empleo su única bala va dirigida a Rajoy», dicen allí.

Esos ataques son lo que ha motivado que en Moncloa den por terminada la época de relajo en materia de política de comunicación que mantenían desde que se instalaron nuevamente en el poder tras las elecciones de 2016. Es la tónica habitual del líder del PP, que recorre la geografía española, concede entrevistas a medios pintivariados, se deja asesorar con encuestas en la mano sobre los mensajes que debe emitir cuando está de campaña electoral y luego se olvida de seguir ese ritmo explicativo cuando se pone a gobernar.

Rajoy irá a la comisión sobre la financiación del PP, tras la que Moncloa cree que habrá otra moción de censura

El relajo terminó a marchas forzadas; el lunes pasado la agenda oficial del presidente solo preveía el consejo de ministros del viernes (la declaración del miércoles en la Audiencia estaba considerada un asunto particular). A ultima hora se montó un acto ese mismo miércoles en la sede del PP para celebrar el pacto de Estado sobre violencia de genero y al día siguiente la presencia de Rajoy para imponer medallas al mérito de trabajo y aprovechar así los magníficos datos del récord de creación de Empleo reflejados en la EPA. «Como habrá salido todo de bien que en la rueda de prensa del viernes ya nadie le preguntó por lo de la Audiencia», se felicita uno de los autores del plan para mejorar la imagen del presidente.

Rajoy, que aún no se ha ido de vacaciones, «está muy contento», aseguran quienes han hablado con él. Este fin de semana permanece en Moncloa a la espera de que sus dos hijos regresen mañana de sus campamentos de verano, el pequeño desde Valladolid, el mayor desde Canadá, donde ha trabajado ya como monitor, para marcharse toda la familia a Sanxenxo. «El balance de lo conseguido en el último tramo del curso político, que se preveía muy difícil, le ha salido muy bien», añaden.

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