80 días de negociaciones y desencuentros entre Sánchez e Iglesias

El día de su victoria ya le acotaron el camino. "¡Con Rivera, no!" le pidieron sus militantes. Había que probar con Iglesias. Hablaron a la semana. Fue una reunión con buenas impresiones pero hicieron un paréntesis por las elecciones del 26M. A la vuelta el Psoe compaginó su voluntad de lograr un gobierno en solitario con la oferta de un "gobierno de cooperación". Un término que Iglesias tradujo como de coalición.Sánchez primero les ofreció cargos de segundo nivel en ese gobierno. Luego ministros independientes, y finalmente ministros técnicos. Una "idiotez" respondió literalmente Iglesias, que lanzó una consulta a sus bases para presionar a Sánchez a favor de la coalición. Sánchez estalló con esa maniobra. Rompió las negociaciones aunque poco después reveló cuál era el principal escollo: la presencia de Iglesias en el Gobierno. Y sorpresa. Iglesias renunció a ello y parecía retomarse la vía del acuerdo pero en el debate de investidura Sánchez practicamente obvió a Podemos mientras pedía la abstención del PP.A pesar del tono del debate Iglesias se abstuvo para facilitar unas negociaciones que se vieron salpicadas por filtraciones y reproches hasta esta misma mañana. Y así hasta dar al traste con la investidura.