Hassan Mahmud Khandaker
Hassan Mahmud Khandaker

España concede el plácet para ser embajador de Bangladesh a un acusado ante el TPI

El Gobierno aceptó el nombramiento de Khandaker porque el tribunal aún no se ha pronunciado sobre las denuncias

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El Gobierno español concedió el pasado 30 de junio el plácet a Hassan Mahmud Khandaker para ser nombrado embajador de Bangladesh en Madrid, a pesar de que sobre él pesan denuncias por crímenes contra la humanidad presentadas ante el Tribunal Penal Internacional (TPI).

Según fuentes diplomáticas consultadas por ABC, el Ejecutivo, que conoció las acusaciones que pesan contra Khandaker, recibió en abril la solicitud de plácet y tomó la decisión de otorgárselo porque, hasta el momento, el TPI no se ha pronunciado sobre si acepta a trámite o archiva las denuncias formuladas.

Una vez que se conozca la decisión de la Corte Penal Internacional, las autoridades españolas estudiarán de nuevo el caso. Si las demandas son aceptadas, podrían decidir la retirada del plácet.

El nuevo embajador aún no ha llegado a España, aunque se espera que lo haga en los próximos días. Una vez en nuestro país presentará las Copias de Estilo ante el Ministerio de Exteriores y, posteriormente, las Cartas Credenciales ante Su Majestad el Rey. Para esto último deberán pasar todavía algunas semanas, ya que Don Felipe tiene una apretada agenda exterior durante lo que resta de mes, principalmente en Estados Unidos, y no hay, por el momento fecha para ello.

Hassan Mahmud Khandaker fue director general del Batallón Acción Rápida (RAB) y ocupó la jefatura de la Policía en Bangladesh entre agosto de 2010 y diciembre de 2014. Las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch, Odhikar y Ain Salish Kendra, que han denunciado ante el TPI de La Haya 16 responsables gubernamentales de Bangladesh, incluida la primera ministra,  Sheikh Hasina Wazed, acusan a Khandaker, de «actos desalmados», «ejecuciones extrajudiciales» y «desapariciones forzosas» sobre opositores y críticos al régimen, como activistas y periodistas.

Este martes, medio centenar de bangladesíes se reunieron ante la sede de Exteriores para manifestar su desacuerdo con la aceptación de Khandaker, con pancartas en las que se leían lemas como «No podemos aceptar a un asesino como embajador» o «Democracia: no más muertes en Bangladésh».

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