El turismo sufre: Andalucía y Canarias pierden 164.000 afiliados
Extremadura o Huelva, ligadas al campo, han tenido menos ERTE, inferiores al 12%
Canarias y Andalucía, dos de las potencias turísticas españolas, sufren la embestida de coronavirus en el empleo. El cierre de persianas ha sido letal para un pulmón de la economía - representa cerca del 13% de PIB -, que ya anticipa pérdidas millonarias que pueden llegar a los 124.000 millones asociados a miles de empleos perdidos. Las estimaciones del Gobierno remitidas a Bruselas no invitan al optimismo, teniendo en cuenta que no esperan una recuperación hasta 2023 , un año después que el conjunto de la economía. Sus medidas de apoyo al sector están por detrás de las que han realizado los países competidores, lo que amenaza el liderazgo de España tras la crisis, como ya adelantó ABC.
Noticias relacionadas
Los datos que avanzó ayer el Gobierno reflejan que Canarias lideró en abril la destrucción de empleo en términos relativos en España, con un descenso del 4,87% y casi 40.000 empleos destruidos. Detrás se situó Andalucía (-4,07%), que encabeza el ránking en términos absolutos: 123.259 afiliados menos a la Seguridad Social, y sin contar a los afectados por ERTE, que son contabilizados como ocupados. Es la única región que supera los 100.000 empleos perdidos, y siete provincias andaluzas están en el «top ten» del ranking de mayores caídas en porcentaje: todas menos Huelva. La clasificación la encabeza Málaga, con un descenso del 4,85% en el número de afiliados, el mayor en España.
Contratos suspendidos
La incidencia de los ERTE está siendo muy desigual por provincias. Las zonas con alta dependencia del turismo son las más afectadas. En Las Palmas y Baleares hay más de un 30% de los afiliados con el contrato suspendido o reducido, y en Santa Cruz de Tenerife supera el 29%.
Las regulaciones temporales también se notan de forma notable en la costa del Mediterráneo, donde superan el 15% del empleo afectado . Los ERTE también tienen mucha incidencia en el interior de la Península, en provincias como Valladolid, Palencia, Navarra o Burgos, que tienen más del 17% de sus trabajadores afectados por ERTE. Todas con peso de la industria.
De los datos oficiales se desprende que en las zonas más ligadas al campo el impacto ha sido menor. La rueda de la agricultura no ha parado en esta crisis mientras se ha asistido a una destrucción histórica de empleos y a un alud de ERTE que han colapsado la Administración.
Entre 100.000 y 150.000 trabajadores temporales llegaron a demandarse para recoger las cosechas, a pocos días de que se iniciaran las campañas de la fruta de hueso (cereza, albaricoque, melocotón, etc...), lo que obligó al Ejecutivo a movilizar a los parados para que pudieran trabajar en el campo sin perder las ayudas. El sector agrícola es el único donde creció el empleo en abril, en 10.561 y en provincias dependientes de la agricultura es donde menos incidencia han tenido los ERTE, inferiores al 12%. Son los casos, por ejemplo, de Extremadura, Huelva o Teruel.
Si se suman las personas afectadas por ERTE y los empleos destruidos, se observa la situación límite que se vive en algunas zonas. En algunos territorios esta combinación se acerca al 40% del empleo que había antes de la crisis. Las Palmas es uno de los casos donde despidos y ERTE supera el 37%. No está mucho mejor el mercado laboral en Santa Cruz de Tenerife, donde la cifra alcanza el 34%, mientas que en Baleares alcanza el 28%. Málaga, Alicante y Cádiz son también zonas muy afectadas, con uno de cada cuatro empleos afectados por despidos o ERTE.
