Coronavirus Galicia

El sector turístico prevé la pérdida de más de 30.000 empleos por el coronavirus

Es el escenario más optimista, en el que se reabrirían locales a partir de mayo. Si no, se acabaría con el 50% de los puestos

Un establecimiento de hostelería cerrado en un centro comercial de Santiago MIGUEL MUÑIZ

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Fueron los primeros en echar el cierre y probablemente sean los últimos en volver a la normalidad. El sector turístico emplea en Galicia a unas 120.000 personas, pero el impacto del coronavirus podría acabar con entre el 22% y el 50% de los puestos de trabajo en la Comunidad, según un informe del Clúster Turismo de Galicia. En el escenario más optimista, que permitiría el levantamiento del confinamiento a partir de mayo, el documento prevé una pérdida de unos 30.000 empleos y casi 2.500 millones de euros . Pero la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya dejó caer la semana pasada que probablemente hasta finales de año no podrán trabajar hoteles, restaurantes o cafeterías, aunque luego el Gobierno matizó que la decisión última la tendrá el departamento de Sanidad.

El presidente del Clúster, Cesáreo Pardal, opta por ver el vaso medio lleno. «Mientras hay vida hay esperanza. Nadie puede venir a decirnos que se va a perder la temporada de verano. Mientras tengamos vida vamos a luchar», indica. Por el momento no está claro cuáles van a ser las restricciones en la temporada estival, pero los hoteles, campings, casas rurales y apartamentos siguen aceptando reservas. «Hay apartamentos que tienen cubierto ya el 80% de su oferta en agosto. La gente está reservando. Si luego no se puede mover se le devolverá el dinero o se le dará un bono para otra época», relata el presidente del Clúster.

Durante estas semanas de paralización los establecimientos trabajan en protocolos de seguridad para ofrecer en el futuro garantías a sus clientes . «Estamos viendo cómo desinfectar del mejor modo posible los establecimientos, viendo si se pueden poner mamparas en recepción», indica Sara Santos, propietaria de un hotel y presidenta de la Asociación de Hostelería Compostela. Santos considera que el cierre hasta final de año sería la ruina del sector. «No creo que pudiésemos resistirlo», asevera.

Pero aunque los contagios remitiesen y se lograse contener el virus, la actividad turística variaría sustancialmente. En primer lugar el sector no cuenta con recibir a extranjeros, que suponen el 17% del total de personas que visitan la Comunidad. «Tenemos que apostar por el turismo de proximidad», apunta Cesáreo Pardal. El sector es consciente que el miedo al contagio alejará a los viajeros de los lugares masificados. «En Galicia tenemos una fortaleza, que es el turismo de tranquilidad. Se apostará más por casas rurales apartadas», indica el presidente del Cluster. Según el informe, en el escenario más optimista Galicia perdería 2,5 millones de los 5,1 que recibió el pasado año.

Una de las principales incertidumbres en establecimientos hoteleros, pero también en bares y restaurantes es cómo garantizar el distanciamiento social. Aunque se permitiese reabrir, muchos locales optarán por no hacerlo. Si solo pueden entrar la mitad de los clientes habituales podrían dejar de ser rentables. «Si reabres y pones todo el personal a trabajar, cómo vas a pagarles si no facturas lo suficiente», indica Sara Santos. A nte la duda de la viabilidad económica, muchos hosteleros podrían decidir seguir cerrados con los trabajadores en un ERTE . «El panorama es muy complicado», explica Santos. Cesáreo Pardal confía en que el Año Santo pueda ser «la gran salvación para Galicia», siempre que el coronavirus siga controlado. Pero Sara Santos no ve claro cómo mantener el flujo de peregrinos en el Camino de Santiago. «Los albergues no están preparados», indica.

Festivales de música

Los grandes festivales tampoco podrán ser un reclamo para el sector turístico. La concentración de miles de personas tendrá que esperar a que pase la pandemia de la Covid-19 y se disponga de una vacuna. Tras la cancelación del Marisquiño, hoy se confirmó que el Festival Internacional del Mundo Celta de Ortigueira tampoco se celebrará este verano. Pese a que todavía no hay instrucciones claras y muchos no se han suspendido, desde la Asociación de Festivais de Galicia —que agrupa entre otros al Resurrection Fest, al Atlantic Fest o al Sin Sal— consideran que todos acabarán cancelándose este año. «Las perspectivas son muy negativas. Con alta probabilidad no se podrá celebrar ningún festival», explica el gerente de la asociación, Xabier Alonso. Según un informe encargado por la asociación, en 2019 los festivales gallegos dejaron un impacto de 23 millones de euros en las comarcas donde se realizaron. La situación de los promotores y los artistas va a ser muy díficil este año, por lo que desde Festivais de Galicia creen que el sector no podrá sobrevivir sin ayudas directas. «Somos conscientes de que ahora mismo la prioridad es destinar recursos a salvar vidas, pero cuando esté el horizonte despejado vamos a necesitar que nos inyecten fondos para poder sobrevivir» , indica Alonso. Las pérdidas de este año, argumenta, no se podrán recuperar, dado que el sector no puede ni almacenar stocks ni hacer el doble de festivales el que viene. De las reuniones que han mantenido con la Xunta, valoran que se reformule el Xacobeo para reactivar el tejido cultural gallego.

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