Cinco años más de tipos de interés bajos en Europa por el impacto de la pandemia

El último informe de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) identifica cuatro áreas de preocupación, como la rentabilidad de los bancos

Reunión del BCE EFE

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Europa se divide entre quienes ruegan por la prolongación de los tipos bajos de interés y quienes ponen velas al BCE para que deje respirar a los bancos y a los ahorradores. El último informe de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) responde a las plegarias de los primeros y aventura como mínimo cinco años más de tipos bajos que permitirán a las economías una recuperación sostenible. Los expertos del JERS consideran que la pandemia va a prolongar el periodo de bajos tipos de interés en la Unión Europea que el BCE había diseñado para responder a la anterior crisis y que ha sido necesario prolongar y profundizar a causa del virus.

El informe comienza con un amplio análisis de cómo se ha llegado al actual entorno de bajos tipos de interés por factores estructurales como son el envejecimiento de la población, la caída de la productividad, el exceso de ahorro y la baja inversión. Después inicia un detallado examen de los datos macro desde finales de 2019, junto con los datos del Comité de Estabilidad Financiera del BCE y sobre la base del que publicó en 2016. «El impacto del coronavirus puede haber incrementado la posibilidad y persistencia de un escenario de bajos tipos de interés durante mucho tiempo , haciéndolo, incluso, más bajo y durante más tiempo», dice la JERS, que estima una prolongación de los tipos bajos de mínimo cinco años y máximo una década.

El informe también identifica cuatro áreas de preocupación debido a los bajos tipos de interés, que son la rentabilidad de los bancos y su resistencia ; el endeudamiento de los prestatarios, que se endeudan cada más para lograr rendimientos; los riesgos de liquidez sistémicos , porque el sistema financiero se ha vuelto más sensible a los impactos del mercado, y las aseguradoras y fondos de pensiones . Hay que anotar aquí que la JERS se muestra escéptica respecto a la sostenibilidad de los modelos de negocio de las aseguradoras y fondos de pensiones, que ofrecen garantías de rentabilidad a más largo plazo porque tienen más presión por los bajos tipos de interés. Para afrontar esos riesgos, señala la necesidad de una respuesta de prudencia macroeconómica de amplio alcance, que vaya más allá del alcance de los instrumentos existentes , que ahora se limitan al sector bancario y a medidas para hogares basadas en las legislaciones nacionales. Considera que las herramientas actuales «no proporcionan instrumentos que puedan usarse para tratar directamente riesgos relacionados a los cambios estructurales en el sistema financiero» y que son necesarios cambios en la política de prudencia macroeconómica más allá de la banca y en la regulación basada en actividad.

El pronóstico de la JERS coincide con el que hacen los analistas de mercado, que no esperan las primeras subidas de tipos en Frankfurt al menos hasta 2023, dados los bajos niveles de inflación que se esperan en los próximos meses en Europa. La inflación prevista a cinco años es del 2,5% en la UE y del 2,5% en EE.UU., unos niveles que ya están descontando los mercados y que, si bien están por encima de las marcas anteriores a la pandemia, no resultan para nada dramáticos. Para 2023, la estimación del BCE para Europa estaría todavía por debajo del 2%. Donde más quejas se escuchan por los tipos bajos es en Alemania, donde la inflación repuntó en mayo hasta el 2,5%, el mayor salto interanual desde 2011 y consolidando una firme tendencia alcista que se ha ido solidificando durante los últimos meses. Los alemanes, que históricamente apuestan por productos de inversión seguros como seguros de vida y jubilación, bonos de Estado o depósitos en las Sparkassen llevan irritados por los tipos bajos desde los tiempos de Mario Draghi y esa indignación se ha ido traduciendo en el creciente voto al partido antieuropeo Alternativa para Alemania (AfD). Las Sparkassen germanas custodiaban a finales de 2019 depósitos de sus clientes por un valor total de más de 860.000 millones de euros y, según la Federación Alemana de Cajas de Ahorros (DSGV), en las oficinas ha crecido la demanda de cajas de seguridad con llave desde que llegaron a nuestra vida los tipos negativos. Desde 2008 hasta 2018, los ahorradores alemanes perdieron 123.000 millones de euros por los bajos tipos de interés (4,2 % del PIB), pero cabe mencionar también que el Estado alemán se ha beneficiado en 184.000 millones de euros (6% del PIB) reducción de endeudamiento.

Antes de la crisis, Alemania pagaba en concepto de intereses financieros alrededor de un 3% del PIB. En el primer trimestre de 2019, la cantidad cayó al 0,7% del PIB. La deuda pública alemana se ha llegado a refinanciar a tipos de interés negativos hasta a 30 años.

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