«Berlys», el secreto de la masa está en el I+D

El grupo empresarial «Berlys Corporación», especializado en la fabricación de masas congeladas para panadería, bollería y pastelería con marcas como «ylisto» o «Berlys», se encuentra en plena aplicación del Plan Estratégico 2015-2017 con el que, en palabras de su director general corporativo Carlos Redondo, quiere «crecer en ventas un promedio anual del 6% e incrementar su Ebitda entorno a un 6% de media anualmente». De momento, según fuentes de la compañía, el ejercicio pasado lo cerró con una facturación de 225 millones de euros y un resultado operativo de 43 millones de euros, junto a un incremento de la rentabilidad sobre ventas próxima al 20%.

Alcanzar estas metas dentro de un «mercado todavía muy atomizado», en opinión de este responsable de Berlys, obliga a optimizar los costes y ser competitivos.

En esta línea, Redondo explica que Berlys continuará con su apuesta por la innovación, en la que durante 2015 gastó el 3% de sus ventas, cerca de 7 millones. No será el único pilar sobre el que apoyará su crecimiento, ya que como explica Redondo para producir nuevos productos están realizando una inversión de 15 millones de euros en la construcción de dos nuevas líneas de producción en su fábrica de Noblejas (Toledo).

La compañía también busca seguir creciendo a través de la adquisición de otras empresas («crecimiento inorgánico») y del desarrollo de su cadena de tiendas «Bertiz», formada por más de 200 establecimientos franquiciados y que ya representan el 15% de todas las ventas. En este sentido, Redondo apunta contundente que la meta es seguir creciendo «hasta los 300 establecimientos durante los tres años de nuestro plan estratégico: lo hemos hecho antes, sabemos cómo hacerlo y lo haremos».

«Corporación Berlys», que se convirtió en lo que hoy es tras la integración de las 11 empresas del Grupo Empresarial Panasa en 2013, tiene su principal mercado en España donde mantiene una plantilla de 1.250 personas distribuidas en 10 fábricas, una veintena larga de delegaciones y dos centros logísticos, en Noblejas (Toledo) y Tafalla (Navarra). Sin embargo, las exportaciones del grupo ya representan un 6% del volumen total de ventas y se dirigen principalmente a países europeos como Reino Unido, Bélgica, Italia o Portugal. «Creemos que todavía hay oportunidades de crecimiento a nivel nacional», concluye Carlos Redondo.

«Mercado no marquista»

En palabras del responsable de Berlys, la compañía trabaja en un«mercado no marquista» con diferentes productos (pan, bollería, salados...) comercializados a través de una gama de marcas que le permitan diferenciarse. Tal sería el caso de «Berlys» en el área profesional de la panadería; así como de la cadena de tiendas «Bertiz», que facilita «a nuestros clientes identificar una serie de productos». Otros distintivos del grupo son «ylisto» en bollería; «Kórfest» para pastelería selecta o «la auténtica Baguette» evolución del pan tradicional francés e introducida en España a mediados de los años 90.

Según previsiones de la Asociación Española de la industria de panadería, bollería y pastelería ( Asemac) este 2015 se habría cerrado con unas cifras de producción y facturación positivas, informa EFE. En concreto, las ventas habrían ascendido globalmente a 1.173 millones de euros lo que representa un 4,4% más que en el ejercicio de 2014 y la producción habría crecido hasta casi 880.000 toneladas (+3,2%). La mayor parte de las ventas corresponderían al pan, por un montante de 786 millones de euros, aunque la bollería y la pastelería aumentarían su peso hasta los 387 millones de euros. Los responsables de Asemac destacan el aumento del consumo en la denominada bollería dulce o salada para llevar. Todo ello en un contexto en que el consumo de pan cayó el año pasado hasta un 2,5%, aunque en paralelo, continuó la subida exponencial del pan de masa congelada.

Para el director general corporativo de Barlys, Carlos Redondo, la razón se encuentra en «el trasvase de la panadería fresca a la panadería de masa congelada», un nicho en el que observa un importante gap de mejora ya que a su juicio, «los hábitos de consumo están cambiando». Al respecto, Asemac confirma que el mix de facturación entre panadería y bollería ha cambiado pasando la segunda del 91% a sólo 32% en 2014 frente al 68% que en ese ejercicio representó la panadería. Por ejemplo, en el año 2000 el volumen de producción de masas congeladas fue de 220.000 toneladas creciendo en 2014 hasta las 852.000 toneladas, un 31% más respecto a 2010. Los productos de panadería representaron 718.000 toneladas por 134.000 toneladas de bollería y pastelería.