El presidente de Euskaltel, Alberto García, junto al director general de esta compañia, Fernando Ojeda
El presidente de Euskaltel, Alberto García, junto al director general de esta compañia, Fernando Ojeda - LUIS TEJIDO

Euskaltel sopesa traspasar parte de la plantilla de la gallega R a la china ZTE

Galicia perderá unos 3,5 millones en impuestos si la sede fiscal se traslada a Bilbao

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El proceso de consolidación del sector de las telecomunicaciones en España viene acompañado del consecuente ajuste laboral. Vodafone ya ha anunciado el despido de hasta 1.300 empleados tras comprar Ono, y Orange prevé un máximo de 400 bajas a raíz de la integración de Jazztel. Sin embargo, Euskaltel se ha comprometido a mantener la estructura local y el equipo de gestión de R Cable al absorber a este operador. Para cumplir con ello, y según fuentes conocedoras de la operación, la «teleco» vasca baraja recolocar parte de la plantilla de la firma gallega en su socia china ZTE Corporation, en plena expansión por España.

La integración de ambos operadores de cable dará lugar a una compañía con 550 empleados, 200 de R y 352 de Euskaltel.

Fuentes sectoriales confirman a ABC que, pese a que aún se está haciendo una auditoría profunda («due dilligence») de las dos firmas para determinar cómo se hará la fusión, las duplicidades son evidentes.

La solución que podría aplicar Euskaltel es la que ya usó en 2014 con su propia plantilla. El operador presidido por Alberto García externalizó en junio del año pasado a 33 trabajadores del área de sistemas a la filial en España de la multinacional francesa de consultoría y servicios informáticos GFI. Más tarde, en noviembre, traspasó 133 empleados de gestión y mantenimiento de redes a la china ZTE, que instaló en elPaís Vasco su sede para expandirse por Europa. En ambos casos los trabajadores mantuvieron las mismas condiciones laborales que tenían en la «teleco» vasca.

Con ese pacto con la compañía asiática, que tiene una vigencia de diez años, Euskaltel busca mejorar en el desarrollo de redes, y ZTE, uno de los líderes mundiales en gestión de redes y fabricación de teléfonos móviles, intentará dar servicio a otros operadores de la península Ibérica y del sur de Europa. Por tanto, la adquisición de R por Euskaltel se presenta como una oportunidad de negocio para la asiática.

Unas 50 recolocaciones

Ese proceso de externalización de parte de la plantilla podría centrarse, según las citadas fuentes, en servicios técnicos que ahora R cubre bien con su propia plantilla bien a través de proveedores gallegos. De hecho, y según esas fuentes, parte de esos trabajos ya los tiene muy externalizados y la recolocación que haría Euskaltel afectaría a entre 40 y 50 empleados.

«Los accionistas se comprometen a mantener el carácter local de ambas compañías, que se verá traducido en la continuidad de las respectivas marcas, estructuras locales y los equipos de gestión», explicaron Euskaltel y R en un comunicado conjunto al anunciar la operación. Y es que el fuerte arraigo regional de ambas compañías, así como el empleo y los ingresos tributarios que generan a ambas autonomías, tiene un evidente impacto político.

Quizás por eso también la operación se presentó como una integración entre iguales. Ahora bien, Euskaltel, que ha desembolsado 1.155 millones de euros por R, absorberá a la gallega. Y el objetivo de los accionistas del grupo resultante, entre ellos fondos de inversión, es dar mayor valor a Euskaltel de cara a mejorar su cotización y, previsiblemente, su venta futura a un operador más grande en el marco de ese proceso de concentración.

Para revalorizarse la compañía debe mejorar su resultado bruto de explotación (ebitda). En un momento de extrema dificultad para elevar los ingresos -los precios de la telefonía llevan años cayendo y la competencia entre compañías es feroz-, la reducción de costes se antoja inevitable.

De hecho, fuentes del sector apuntan a que incluso el grupo acabará trasladando el domicilio fiscal de R de La Coruña a Bilbao, lo que no chocaría con mantener una sede física en Galicia, pero supondría, en función de los beneficios declarados por la «teleco», una merma recaudatoria de unos 3,5 millones para la Xunta.

Euskaltel y R avanzaron al anunciar la transacción que las principales sinergias se obtendrán de un mejor acceso y negociación de productos, servicios y contenidos, la puesta en común de sistemas y tecnologías, la optimización de contratos con proveedores y la armonización de estrategias de crecimiento. Los detalles se conocerán una vez finalizada esa «due dilligence», proceso que podría cerrarse a finales de septiembre, y que dará lugar a la firma final de la fusión.

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