Grecia, en preguntas y respuestas: todas las dudas de un «terreno desconocido»

¿Qué es un corralito?

El Gobierno de Syriza ha impuesto un límite a la retirada de efectivo de los bancos, lo que significa un bloqueo de todos los depósitos de bancos y cajas para evitar una fuga masiva de capitales.

¿Por qué toma esta medida Grecia?

Porque al cerrar el grifo el BCE, los bancos griegos no tendrían liquidez suficiente para hacer frente a una gran retirada de capitales. Las entidades financieras helenas han perdido ya cerca de 8.000 millones de euros en depósitos solo en las últimas dos semanas.

¿De dónde viene este término?

Este concepto se acuñó durante la crisis que vivió Argentina en diciembre de 2001. El entonces Fernando de la Rúa limitó por decreto la retirada de efectivo de los bancos a 250 pesos diarios (unos 25 euros de hoy).

¿Hay algún caso reciente?

Chipre, en 2013. Los ciudadanos chipriotas fueron primeros de la UE a los que se les privó a la fuerza de una parte de sus depósitos. Fue la principal concesión que Europa y el FMI arrancaron al país a cambio de un préstamo de 10.000 millones, imprescindible para que no entrara en bancarrota.

¿Cuándo tiempo durará el corralito en Grecia?

De momento, se mantendrá hasta el día 6, aunque no es algo rígido y dependerá de las negociaciones con la troika.

¿Cuánto se puede sacar cada día del cajero?

Las retiradas de efectivo en cajeros automáticos se limita a un máximo de 60 euros diarios por tarjeta y cuenta. Este límite no afecta a los turistas. En el corralito de Chipre el límite fueron 300 euros al día.

¿Qué es el Grexit?

Es la fusión de dos palabras en inglés: Greece (Grecia) y exit (salida). Es el término utilizado por la prensa y los analistas anglosajones para definir el riesgo de salida de Grecia del euro. En los últimos días también se ha comenzado a utilizar otro término: Grexident, que es el riesgo de que se produzca un accidente, un acontecimiento imprevisto, que precipite esa salida.

¿Qué consecuencias tendría un Grexit?

Supondría entrar en terreno desconocido, tal y como reconoció el propio presidente del BCE, Mario Draghi. No hay precedentes de un abandono de la unión monetaria, que nació con voluntad de ser irreversible. Las agencias de calificación han advertido de que, aunque en mejor situación que en 2012, la banca de los países periféricos se vería afectada por la desconfianza de los inversores hacia la Eurozona y el coste de financiación de los países del euro más endeudados seguramente se dispararía.

¿Saldrían automáticamente del euro los griegos si votan no en el referéndum?

Decir no supondría para Grecia sufrir un corralito permanente. Pero no significa que automáticamente salieran del euro. Eso sí, quedarían a expensas de su liquidez. Es decir, que para hacer frente a los pagos sólo contarían con sus propios ingresos. Un no sería «desastroso para los acontecimientos posteriores», dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

¿Cuál sería el escenario inmediato si los griegos dicen sí al euro?

Si los griegos votan sí, el Gobierno populista de Alexis Tsipras se vería obligado a hacer las reformas que pactara con la troika, y entonces se prorrogaría el tercer tramo del recate. Hoy, expira la prórroga otorgada por las instituciones en febrero para negociar un nuevo rescate, condición indispensable para que el BCE mantenga la línea de financiación de emergencia a los bancos helenos. También es la fecha en la que Grecia debe hacer frente al vencimiento de 1.600 millones de euros al FMI y al pago de pensiones y salarios públicos.

¿Y si se produce el impago?

El FMI tiene 15 días para comunicar la situación al consejo de la institución y otros 15 días para declarar oficialmente el impago. A partir ahí, las agencias de calificación declararán la quiebra. Lo siguiente sería la salida de la moneda única y el colapso del país heleno.

¿Cómo puede afectar a España?

El Gobierno asegura que el de Grecia es un caso específico y «no extrapolable» a otros países como España, que está «blindada» tras las reformas que se han llevado a cabo. Sin embargo la volatilidad en los mercados que se puede producir en el peor de los escenarios podría elevar la prima de riesgo y encarecer el dinero que paga nuestro país por colocar la deuda.

¿Y qué ocurriría con los 26.000 millones que el país heleno debe a España?

Si Grecia no afrontara los pagos y, por tanto, se diera por perdido el préstamo de esos 26.000 millones que le dio nuestro país, esa deuda podría convertirse en déficit. Para evitar ese impacto en las cuentas, las autoridades europeas podrían decidir algún mecanismo para provisionar una cantidad cada año, lo que amortiguaría el impacto del impago. Además, el Banco Central Europeo frenaría contagio. Seguiría comprando deuda para mantener la estabilidad en la zona euro, como ya hizo ayer. El compromiso con el euro es total, apunta el BCE.