Patrimonio de Mallorca y de España

Esta es mi primera Copa del Rey Audi Mapfre como presidente del Real Club Náutico de Palma. Esta enorme responsabilidad se suma a la que hace varios años que ya venía desempeñando como presidente del comité organizador. Por delante, el reto de que la primera regata del Mediterráneo lo siga siendo, de que consigamos reinventarla año tras año, para seguir haciéndola atractiva para patrocinadores, regatistas y medios de comunicación. Para esta edición, queremos que esta tarea colectiva se abra a la sociedad, a la ciudad que desde hace 31 años acoge nuestras actividades como club. Esta filosofía es la que nos ha llevado a abrir un “village” para todos los ciudadanos, para que se asomen y compartan con nosotros el mundo de la vela.

Porque nos debemos a Palma. La Copa del Rey es patrimonio de Mallorca, de Baleares y de España. Este es un acontecimiento que supera los límites del deporte y se asienta también en el plano social, en el que todos debemos tener una parte. La suma de todos es esencial, también de nuestros socios, a los que año tras año agradecemos la cesión que hacen de su club a los miles de regatistas, periodistas y ciudadanos que se acercan hasta nosotros. De ellos es el orgullo de que esta regata contribuya como lo hace al beneficio de la ciudad.

No me quiero olvidar del apartado deportivo, porque sobre él se asienta nuestro empeño por mejorar y renovar cada edición. Hace años apostamos por la competición en tiempo real y los monotipos. Hoy, seguimos creyendo en esta vela directa e intensa, incorporando una división pujante como son los Soto 40. No nos olvidamos del crucero, que sigue teniendo un importante papel en Palma. Con todas las reservas en estos tiempos, podemos estar satisfechos por sortear la crisis un año más. 114 participantes, 1.200 regatistas, 19 países. Sólo cabe dar las gracias a todos. Nos vemos en la bahía.