Donskoy abruma a Robredo

	Evgeny Donskoy		6	5	6	7
			1	2	3	4	5
	Tommy Robredo		4	7	2	6

Evgeny Donskoy, semidesconocido, 178 del mundo y con un palmarés vacío, es el responsable de que la serie entre Rusia y España de la Copa Davis se decida en el quinto punto. Donskoy, que no formaba parte del guión inicial, martirizó a Tommy Robredo y firmó la victoria de su vida al imponerse por 6-4, 5-7, 6-2 y 7-6 (3), un triunfo inesperado y que le da un valor trascendental al duelo entre Andrey Rublev y Pablo Andújar.

Robredo vivió una pesadilla ante Donskoy, que no entraba en los planes del anciano Tarpischev, pero que emerge como héroe después de su interesante encuentro del sábado en el punto de dobles. Sustituyó en el cuatro pulso a Karen Khachanov, supuesto número uno de los locales, y completó uno de los partidos de su carrera, tremendo en un despertar enérgico que le llevó a apuntarse el primer set en apenas media hora.

Donskoy estaba desatado y no frenó en más de dos horas.

Así es la Davis, una competición que relata las historias más bonitas y que nivela las fuerzas sin que importen los rankings. Robredo es el 21 del mundo y Donskoy el 178, pero se comportó como si fuese un top. Acertó con el saque, exhibió una derecha durísima y además evidenció buenas maneras con recursos como las dejadas o las subidas a la red. Por momentos, parecía un aspirante a Grand Slam, nada que ver con la escasez que se aprecia en su currículum.

A Robredo le penalizó un despiste en el cuarto juego de la primera manga para ir a remolque. Perdió su saque y nunca tuvo opción de recuperarlo porque su rival iba como un tiro, encendido y alegre por los gritos del Fetisov Arena. El español, veterano con mil batallas en sus piernas, pensó que era cuestión de tiempo y de esperar, pues era del todo inesperado el nivel de Donskoy. Ya bajará, pensó Robredo. Ya bajará...

Un Donskoy imparable

Y, aunque no bajó, el panorama cambió de forma alentadora en el epílogo del segundo parcial. Donskoy seguía a la suya, de línea a línea con su derecha y sin manchas. Parecía la historia abocada al tie break y en el duodécimo juego llegó el momento. El ruso falló una volea fácil a un palmo de la red y concedió su primera pelota de break de toda la tarde, una bola de break que además era bola de set. Y la aprovechó Robredo, oxígeno y liberación para el banquillo español. Por fin un síntoma de flaqueza en Donskoy.

Fue, sin embargo, un capítulo aislado porque el moscovita firmó a continuación un set perfecto. Rompió a Robredo nada más empezar, mantuvo su servicio con autoridad y dio un recital de martillazos, juego directo que le llevó a una situación de privilegio. Al otro lado de la pista, Robredo no encontraba respuestas y Conchita, por mucho que le diera mil consejos, tampoco.

Y pudo ser peor, pues la cuarta manga despertó torcida con pelota de break en contra. La salvó Robredo, pero tampoco había demasiados motivos como para creer y menos viendo las sensaciones que emitían los dos tenistas. Como era de esperar, el break llegó pronto y Donskoy galopaba hacia la victoria con la misma receta. De palazo en palazo hasta el final.

Hubo, sin embargo, un cambio de dirección. Con 4-2, al local se le apagó momentaneamente la luz y despertó Robredo, que recuperó la desventaja e incluso tuvo tres pelotas de set con 5-4. No las aprovechó y parecía que esa concesión acababa con su esperanza ya que de inmediato perdió el servicio. Se activó un carrusel de errores y regalos y Donskoy perdió el saque en blanco cuando tenía la oportunidad de rematar. Lo hizo luego, en el tie break. España se entrega ahora a Pablo Andújar.