Eurocopa 2016

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Portugal 2004

Eurocopa 2004: y la cenicienta se llevó la Eurocopa

Grecia logró el título contra todo pronóstico con un juego rácano pero efectivo

Grecia ganó la Eurocopa 2004. - Afp

Si se hubiera realizado una encuesta antes de la Eurocopa de 2004 celebrada en Portugal nadie hubiera apostado por Grecia como campeona. El triunfo de la selección helénica fue la victoria del fútbol modesto, nada vistoso, pero muy trabajado. De currantes al servicio del conjunto dirigido por el alemán Otto Rehhagel. Un equipo bien armado en defensa, que hacía muy bien el contragolpe y aprovechaba las jugadas a balón parado como quedó demostrado en la final con el gol de córner de Charisteas.

La Eurocopa del país luso terminó igual que empezó. Con victoria de Grecia sobre el anfitrión que tenía grandes esperanzas en una generación con hombres como Figo, Deco, Rui Costa o Pauleta y donde empezaba a emerger un joven de 19 años llamado Cristiano Ronaldo. Para el recuerdo quedarán sus lágrimas sobre el césped del estadio de la Luz de Lisboa al terminar la final.

El camino de la selección española para llegar a Portugal no fue fácil. España accedió a la fase final tras jugar la ‘repesca’ contra Noruega, ya que en la fase de clasificación solo pudo ser segunda tras Grecia. La selección española tenía un buen conjunto en el que destacaba el capitán Raúl, en la que sería su última Eurocopa, y Puyol, los dos jugadores elegidos en el equipo ideal de la UEFA al final del campeonato. Los españoles dirigidos por Iñaki Sáez estaban en el grupo con Rusia y con los dos equipos que a la postre llegarían a la final, lusos y helenos.

La participación de España fue decepcionante. El ambiente que rodeó al conjunto español estuvo enrarecido y no fue bueno desde el principio. La lista definitiva dada por Iñaki Sáez recibió muchas críticas por no haber convocado al máximo goleador de la Liga española, el pichichi de esa temporada: Mista.

El arranque de la fase de grupos fue ante Rusia, que se saldó con una victoria por la mínima merced a un gol de Juan Carlos Valerón, pero dejando una pobre imagen que no hacía presagiar nada bueno. En el siguiente partido la actual campeona de Europa se enfrentó a Grecia, con ánimo de revancha tras quedar por detrás de los griegos en la fase de clasificación. Los españoles comenzaron bien el encuentro y se adelantaron gracias a un gol de Morientes, pero los griegos no le perdieron la cara al encuentro y consiguieron empatar en la segunda parte con un gol del héroe heleno Charisteas. Un empate que suponía jugárselo todo en el último partido contra el anfitrión.

Y la decepción volvió a aparecer en una fase final. Los hombres de Iñaki Sáez perdieron por 1-0 con un gol de Nuno Gomes en el minuto 57 y de ahí al pitido final apareció la ‘furia’ española a la que siempre se apela cuando las cosas no salen bien. España tuvo varias ocasiones para conseguir el empate que significaba pasar a la siguiente ronda, pero Fernando Torres envío al poste y el defensa bético Juanito se encontró con el travesaño. Los palos también juegan y la suerte que tiene que acompañar para ganar un campeonato de este tipo no estaba, todavía, de nuestra parte.

España quedó eliminada con los mismos puntos que Grecia, pero menos goles que los helenos. La Roja solo consiguió perforar dos veces las porterías rivales y encajó otros dos tantos. Un pobre bagaje para pasar de ronda. Lo mejor para los españoles es que fue la última desilusión antes de saltar, gritar y celebrar el gol de Torres en la siguiente edición celebrada en Austria y Suiza.

La Eurocopa de Portugal tuvo varias decepciones, además de España, como fueron los combinados de Italia, que también dijo adiós en la fase de grupos, y Francia e Inglaterra, que se despidieron en cuartos de final. Y el fiasco, con nombre y apellidos, fue Francesco Totti que pasó más tiempo en la grada que jugando por un salivazo en la cara al danés Christian Poulsen.

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