Eurocopa 2016

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Bélgica 1972

Eurocopa 1972: el inicio de la leyenda alemana

La victoria en el torneo fue el primer título de la selección que dominaría el fútbol durante una década

Franz Beckenbauer recibe el trofeo. - uefa.com

Desde finales de los cincuenta y durante los sesenta el fútbol estuvo dominado el 'jogo bonito' del Brasil de Pelé y Garrincha. Su estilo marcó toda una época y trató de ser adaptado en la medida de lo posible por otros equipos en busca del éxito. Y sin duda fue Alemania Federal quien cogió el testigo. El torneo disputado en Bélgica entre el 14 y 18 de junio de 1972 consagró a esta selección como la mejor del continente. El triunfo del equipo liderado por el ‘Torpedo’ Müller fue un preludio de lo que ocurriría dos años después en el Mundial de Alemania. Y es que en los setenta el fútbol germano vivía una época de esplendor. Con el todopoderoso Bayern de Múnich como referente a nivel de clubes, sus jugadores formaron parte de una selección plagada de estrellas. Maier, Beckenbauer, Breitner o Hoeness construyeron un bloque sólido con buen trato del balón que ningún rival pudo superar.

La selección germana ya había avisado de su potencial en la fase de clasificación del torneo. Tras superar sin problemas su grupo, se midió en cuartos a la Inglaterra del mismísimo Bobby Charlton. En el partido de ida disputado en el emblemático Wembley los alemanes presentaron su credencial para el título con una imponente victoria 1-3. Otros tres equipos acompañaron a Alemania Federal en la fase final del campeonato: URSS, Hungría y Bélgica.

La selección anfitriona había sorprendido al mundo futbolístico al lograr la machada de eliminar a Italia, vigente campeona europea y subcampeona mundial. Con el apoyo del público, los belgas afrontaban esperanzados las semifinales contra Alemania Federal. Los locales jugaron con dignidad y plantaron cara a la favorita. Pero el protagonista del encuentro fue el ‘Torpedo’ Müller. El delantero germano marcó los dos tantos de la victoria (2-1) y la clasificación para la final.

En la otra eliminatoria, la URSS hizo valer su experiencia y se impuso por la mínima a Hungría con un gol de Konkov. La derrota dejó tocados a los húngaros que también perdieron en el partido de consolación por el tercer puesto ante los anfitriones (2-1). El triunfo permitió a Bélgica cerrar su participación con un buen sabor de boca.

La gran final entre Alemania Federal y la URSS se disputó el 18 de junio en el Heysel Stadium. Más de 43.000 personas asistieron al espectáculo que la selección germana ofreció en su victoria por 3-0. Fue la plasmación de la superioridad existente entre ambos combinados. Con un juego ordenado y disciplinado basado en el buen manejo del esférico de Beckenbauer, que otorgaba al juego una salida limpia desde atrás, y un ataque demoledor, Alemania no dio ninguna posibilidad a su rival. El equipo soviético contaba a su favor con la experiencia de disputar la tercera final de una Eurocopa. Sin embargo, este factor se reveló inoperante ante el buen hacer de los pupilos de Helmut Schön.

El magnífico partido de Alemania se vio redondeado por la grandísima actuación del ‘Torpedo Muller’. El fenomenal ariete marcó dos goles y volvió a demostrar que era el mejor jugador del mundo. Esos tantos, además, le convirtieron en el máximo anotador del torneo con cuatro dianas. Wimmer fue quien metió el otro gol de la final. La selección de Alemania Federal estrenaba su palmarés europeo e inauguraba una época dorada de su fútbol.

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