Unidad. Es la imagen que quiso transmitir la Federación Española de Fútbol (FEF) tras la eliminación de la Eurocopa el lunes en los octavos de final ante Italia. Los futbolistas, que tardaron casi dos horas en abandonar el Stade de France el lunes, regresaron todos juntos hasta la Isla de Ré después del encuentro y este martes aterrizaron todos, con el presidente Ángel María Villar al frente de la expedición, en el Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Llegaron juntos y uniformados con la vestimenta oficial de la selección española hasta Madrid, a diferencia de lo sucedido hace dos años, cuando tras la eliminación en Brasil varios futbolistas (entre ellos Fàbregas, Piqué y Costa) ni siquiera regresaron junto a sus compañeros a España. Entonces, algunos comenzaron sus vacaciones justo al terminar el partido de Curitiba, salieron vestidos de calle por la zona mixta del estadio, siendo recordado el atuendo de Cesc (camiseta rosa, vaquero, gorra y dos hamburguesas en mano) y después, en pleno vuelo, varios jugadores se visitieron de calle e incluso hubo un incidente verbal entre un jugador y un periodista.

En la FEF no querían que se volviera a repetir una escena similar y pese que en los últimos encuentros lejos de España ha autorizado a los internacionales a viajar desde el lugar del partido (ya fuera en Macedonia o el último en Salzburgo) sin necesidad de pasar por la capital, se quiso que esta vez volvieran todos al completo en el avión de Air Europa que salió desde el aeropuerto de La Rochelle, el más cercano al lugar de la concentración en la Isla de Ré. Allí llegaron en el autobús oficial del torneo y después de que en el césped no se vieran reacciones de rabia o tristeza sobre el césped. Sí hubo caras largas en el vuelo, que llegó a las 13.50 h a la terminal 2 del aeropuerto madrileño.

En Barajas apenas había aficionados esperando a la selección (que volvió a quedarse fuera de las ocho mejores del torneo como en 1972, 1992 y 2004) en la puerta donde se esperaba la salida del vuelo que transportaba al equipo nacional, aunque, en cualquier caso, solo la prensa que viajaba con el equipo y los trabajadores de la selección salieron por la puerta pública.

Tras ser recogidos en un autobús a pie de pista, los jugadores se desplazaron hasta la salida de autoridades de la terminal 3. En ese lugar se despidieron entre ellos y también de Vicente del Bosque, que se abrazó con todos los futbolistas. Incluido Pedro Rodríguez, que dinamitó el buen ambiente del grupo cuando la selección venía de conseguir dos triunfos. Ahora el seleccionador tiene previsto meditar tras todo lo sucedido y reunirse después de que finalice el torneo con Ángel María Villar, que ha acompañado al equipo desde la derrota en Sant Denis y quiso arropar a la expedición el regreso a Madrid, a pesar de que tiene que regresar a Francia para presidir lo que resta de Eurocopa.

Es por ello que, en principio, la reunión entre el mandatario de la FEF y el seleccionador será posterior a la final del día 10 en el Stade de France y antes de la junta directiva prevista para el próximo 14 de julio en la Ciudad del Fútbol. Ese día podría quedar claro el futuro del banquillo de la selección. En principio, si no hay una modificación de planes imprevista, el salmantino abandonará el cargo aunque el presidente ha tratado de convencerlo para que cambiase de opinión los últimos meses. Tendrá que buscar una solución alternativa que no será fácil.