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Los compañeros de selección intentan consolar a André Ayew - AFP
COPA DE ÁFRICA

El motivo del desconsolado llanto de André Ayew en la Copa de África

El centrocampista de Ghana tenía una razón muy especial para dedicar un triunfo que se le escapó a su selección en los penaltis

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El guardameta Boubacar Barry Copa, héroe en la tanda de penaltis, es idolatrado ya en Costa de Marfil, pero un rival de la selección ghanesa conquistaba el domingo el corazón no solo de sus compatriotas, sino también de todos los aficionados al fútbol. Las imágenes de André Ayew llorando desconsoladamente al término de una agotadora serie de 22 penas máximas encuentran justificación más allá de la derrota en la final de la Copa de África. Tenía un motivo muy especial para dedicar la victoria a su padre y no pudo conseguirla. La impotencia le hizo derrumbarse sobre el césped.

La felicidad desbordante de los jugadores costamarfileños en el estadio de Bata, con Boubacar Barry Copa dando la vuelta de honor a hombros de sus compañeros, contrastaba con las lágrimas de André Ayew al terminar la tanda de penaltis.

Llanto que no encontró consuelo ni en las palabras de Hervé Renard, entrenador del campeón, ni en las caricias y mimos de sus compañeros la selección ghanesa. El centrocampista había prometido a su padre que le dedicaría el título y no pudo cumplir su palabra.

¿Por qué tanto empeño en dedicar el título a su padre? André Ayew y su hermano Jordan, también componente de la selección ghanesa, son hijos de Abedi Pelé Ayew, considerado uno de los mejores futbolistas africanos de la historia. Al igual que ellos y también con Costa de Marfil como rival, hace 23 años formaba parte del combinado de Ghana al que se le escapó la final de la Copa de África, aunque él no saltaba al césped al encontrarse sancionado. Para mayor crueldad de la historia, en 1992 una tanda de penaltis también resultaba fatídica para el centrocampista, que como profesional triunfó en Europa en equipos como el Lyon o el Marsella. El gran objetivo de sus hijos era compensarle por aquella decepción.

Los hermanos jugaron y marcaron

André permanecía este domingo en el césped durante todo el partido, mientras que Jordan entraba en la prórroga. En la tanda de penaltis, los hermanos Ayew mantenían viva la esperanza de poder cumplir la promesa que habían realizado a su padre y acertaron en los lanzamientos. Pero Boubacar Barry Copa derrumbó el sueño al detener la pena máxima ejecutada por Brimah Razak, guardameta de Ghana, y marcar en su posterior lanzamiento. El sueño se rompió después de 22 agónicos penaltis.

En el mismo momento en que Boubacar Barry Copa comenzaba a correr loco de alegría mientras sus compañeros volaban para abrazarle, a André Ayew se le venía a la cabeza la imagen de su padre y se derrumbaba. No tuvo consuelo, pero el sentimiento que desprendían sus lágrimas caló entre los seguidores ghaneses y en los aficionados de todo el mundo.

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