La verdad sobre el control de jabalíes con arco

Arqueros coordinados por la Comunidad de Madrid y especializados en controlar poblaciones de estos mamíferos en zonas urbanas han sido motivo de polémica, por lo que conviene aclarar cuál es su cometido y su forma de actuar

Un ejemplar de jabalí abatido en un entorno urbano

Juan Delibes

Recientemente han aparecido noticias alarmantes y casi escandalosas en las principales cadenas de radio y televisión españolas acerca de una autorización a un grupo de arqueros para controlar a la población de jabalíes en urbanizaciones de Valdemorillo (Madrid). Desde hace nueve años la Comunidad de Madrid coordina a un grupo de arqueros especializados de la Federación Madrileña de Caza , al que pertenezco, que ha llevado a cabo una labor técnica alabada y puesta como ejemplo en España y otros países europeos. Quizás no se haya dado a conocer adecuadamente; y considero que existe una desinformación absoluta acerca del riguroso trabajo de este equipo, probablemente el más especializado de Europa. Trataré de responder a los principales interrogantes que han planteado estos días algunos medios de comunicación.

¿Por qué es necesario controlar la población de jabalíes?

A nivel europeo la población de jabalíes se ha disparado de tal modo que un estudio científico llevado a cabo en diecisiete países, que analiza la tendencia de las poblaciones desde los años sesenta, dice que la caza como tal ya no es suficiente para frenar la población de jabalíes, que crece de manera incontrolada. Los problemas que provocan son diversos, siendo los más temidos los de tipo sanitario, al ser vectores de enfermedades que pueden transmitir al hombre ( tuberculosis, brucelosis, triquina, rabia o garrapatas ), o la posible llegada de la peste porcina africana (PPA), que avanza desde el este de Europa y ha llegado hasta Francia. De alcanzar nuestro país sería la ruina del sector porcino, entre otras cosas porque nuestros jamones de pata negra no podrían exportarse. Por esta razón, la ministra de Transición Ecológica acaba de anunciar medidas para controlar el jabalí, y en Cataluña la Generalitat ha dado 600.000 euros a las asociaciones de cazadores para mantenerlos a raya.

¿Por qué viven en las ciudades?

Históricamente la necesidad de obtener proteínas daba lugar a que cualquier animal silvestre que se aproximara a un núcleo urbano pasara inmediatamente a formar parte de la dieta familiar. Esa tradición, por primera vez en la historia, ya no se cumple y los animales tienden a penetrar en los núcleos urbanos, donde hallan muchas ventajas. Encuentran alimento fácil y carecen de predadores, que no se atreven a aventurarse en esos hábitats. Si a ello unimos que la normativa prohíbe la caza en núcleos urbanos y sus terrenos aledaños, la conclusión es que los jabalíes encuentran en ellos un hábitat ideal, y de hecho son un problema cada vez más grave en muchas ciudades españolas, como Barcelona, Oviedo o Madrid; o europeas, como Roma, Budapest o Belgrado. En las ciudades dañan infraestructuras y jardines, molestan y pueden agredir a personas o mascotas; y lo que es peor, provocan numerosos accidentes de tráfico, que han aumentado un 47% en los dos últimos años, según la DGT, con el resultado de varios muertos anuales en nuestro país.

¿Qué es el Scaes?

El Servicio de Control de Especies Cinegéticas (Scaes) es un grupo de arqueros especializado que se formó en el seno de la Federación Madrileña de Caza hace nueve años para atender, sobre todo, las peticiones de control de jabalíes urbanos que partieran de municipios u otras instituciones afectadas. Su inspiración vino de los equipos de arqueros que operan con frecuencia en los Estados Unidos para controlar poblaciones urbanas de ciervos y alces, en zonas pobladas donde no se pueden utilizar armas de fuego. En EE.UU. la caza con arco está muy desarrollada y hay 4,63 millones de practicantes. Para pertenecer al grupo todos los miembros hemos tenido que superar un riguroso examen teórico y otro práctico, además de hacer un curso de la International Bowhunter Education Program, obteniendo la acreditación correspondiente. El Scaes ha desarrollado sus trabajos con suma discreción, por razones obvias, pero su buen hacer ha trascendido nuestras fronteras de modo que, aunque en España ha tenido escasa difusión, ha aparecido en medios de comunicación de al menos seis países europeos, como ejemplo de control limpio y eficaz de jabalíes urbanos .

Estado de un parque urbano tras el paso de una piara de jabalíes

¿Cómo se activa un procedimiento de control?

Un ayuntamiento, una urbanización, un hospital, una universidad o cualquier entidad pública o privada denuncia a la Consejería de Medio Ambiente de Madrid que tiene problemas con los jabalíes. La Consejería les expone diferentes alternativas de control, entre otras la de los arqueros del Scaes. En el caso de que la elijan, la Comunidad expide un permiso temporal para llevar a cabo esperas nocturnas de jabalí con arco.

¿Cómo y dónde se llevan a cabo?

Los arqueros se sitúan en una silla acoplada a un árbol a varios metros de altura (treestand) y esperan algunas horas tras hacerse de noche en las zonas que han estudiado previamente por las que puedan transitar los jabalíes. Las esperas nunca se efectúan entre las viviendas, sino en zonas de montes o jardines aledaños donde los arqueros saben que los jabalíes se guarecen durante el día . El protocolo de Scaes obliga a ir como mínimo dos arqueros, con objeto de auxiliarse mutuamente en caso de problemas. También a dar explicaciones a cualquier vecino que las requiera acerca de la actividad realizada. Nunca ha habido problemas en ese sentido.

¿Es el arco un arma efectiva para el control de poblaciones?

Probablemente no, al menos para disminuir drásticamente el número de ejemplares. El arco es un arma ancestral con una efectividad muy limitada. Es necesario disparar a los jabalíes a una distancia aproximada de 15 metros, y nunca superior a los 20, durante la noche. El jabalí es sumamente inteligente y cuando aprende es difícil que se deje sorprender a tan escasa distancia. Los porcentajes de extracción no son elevados, pero el arco tiene otro efecto fundamental, que es el disuasorio. En período de esperas nocturnas, los jabalíes aprenden inmediatamente que se les persigue y no se atreven a deambular descaradamente por jardines y calles. Uno de nuestros destinos clásicos ha sido un hospital de enfermos terminales que hay en el norte de Madrid, junto al río Jarama . Las monjas poseían un huerto que destrozaban los jabalíes temporada tras temporada. Mis compañeros apenas eliminaron alguno, pero los años que nos daban la orden de ir, generalmente en primavera, las monjas podían recoger sus cosechas de huerta intactas.

¿Qué ventajas tiene sobre el arma de fuego?

Muy claras. El trauma de un disparo en una zona densamente habitada no existe en este caso. Además, un proyectil de arma de fuego no es adecuado para usar en una zona urbana , ya que puede rebotar y herir a alguien. Una flecha tiene mucha menos potencia. Además al disparar desde varios metros de altura y en vertical siempre se clava en el suelo, en el caso de que no hayas alcanzado tu objetivo, lo cual elimina totalmente el riesgo de una bala. El arco es un sistema discreto y limpio que no conlleva ningún riesgo para las personas.

¿Es un instrumento cruel y poco eficaz?

El arco se utiliza en casi todo el mundo por millones de practicantes, y si no fuera un arma de caza adecuada estaría prohibida, amén de no interesar a los cazadores. Un informe del 23 de abril firmado por el veterinario del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Madrid afirmaba que se había hecho un estudio forense de 46 ejemplares de jabalí entregados por el Scaes para analizar las causas del deceso. La gran mayoría de los ejemplares habían muerto «por el impacto de una sola flecha en la proyección de la pared costal, provocando un shock hipovolémico y una muerte rápida».

La caza con arco en manos poco expertas, ¿es peligrosa?

Sin duda lo es. Cazar con arco es mucho más complicado que hacerlo con arma de fuego y el controlador debe ser un experto, con nociones de anatomía y mucho temple para saber en qué momento puede disparar y en cuáles no. Hacerlo mal conllevaría dejar animales heridos, con los problemas derivados. La experiencia de saber en qué momento se debe soltar la flecha y la capacidad de retenerse cuando las condiciones no son claras es lo que diferencia a un controlador profesional de otro que no lo es.

¿Ha habido accidentes con animales que aparezcan heridos y provoquen problemas a personas o mascotas?

Uno de los avales más rotundos del Scaes es que tras nueve años de trabajo y casi seiscientos animales eliminados no ha habido ni un solo problema de ese tipo. Jamás ha aparecido un solo jabalí herido.

¿Dónde van a parar los animales sacrificados?

Existe un protocolo muy estricto y los ejemplares deben ser llevados inmediatamente, a cualquier hora de la noche, al CRAS (Centro de Recuperación de Animales Silvestres) de Tres Cantos-Viñuelas, donde servirán de alimento a las rapaces, reptiles y carnívoros que allí mantienen. De cada uno de los casi seiscientos ejemplares entregados existe una ficha técnica muy completa en cuanto a sexo, peso, estado sanitario... etcétera, lo que permite llevar a cabo un seguimiento meticuloso de las zoonosis que existen en la zona y su posible incidencia sobre las personas o el ganado doméstico.

¿Existen otras alternativas para el control de jabalíes urbanos, como se afirma con frecuencia?

Obviamente hay algunas posibilidades, pero ni muchas, ni baratas, ni eficaces. Captura en vivo con trampas : los resultados a primera vista son buenos, pero inmediatamente los jabalíes recelan de las trampas y no se dejan capturar, llegándose a un punto muerto en el que solamente se ha extraído una fracción de la población. Se habla de translocarlos mediante dardos anestésicos, lo cual resulta absurdo. Si con arcos y un despliegue notable tan solo somos capaces de eliminar un porcentaje bajo de la población, con dardos anestésicos esa cifra sería aún mucho más reducida, con un costo en esfuerzo y dinero muy notable. También se especula con el uso de anticonceptivos . Aplicarlos directamente es ilusorio, pues habría que capturar previamente a todas las hembras. Se ha intentado a través de cebos, pero la experiencia que se hizo en Cataluña en ese sentido no dio resultado. Las hembras utilizadas en la prueba piloto, que habían ingerido los cebos y portaban marcas en las orejas, aparecían en las fotografías de meses posteriores rodeadas de rayones. De todas estas posibilidades, además, la única que no cuesta dinero al contribuyente es el control del Scaes, que hasta ahora se ha hecho desinteresadamente.

En la actualidad se vive un momento confuso en cuanto al control de la población de jabalíes urbanos . En algunas regiones españolas, como Andalucía, Asturias o La Rioja, han surgido grupos similares al Scaes, pero en Madrid la presión de los grupos animalistas, muy apoyados por los medios de comunicación, ha dado lugar a que las autoridades detengan temporalmente esta actividad. Por otro lado hay quejas constantes de vecinos madrileños perjudica- dos por jabalíes y también una orden europea para controlar con urgencia la población. Ante el aumento de la desinformación interesada, resultaba fundamental describir con claridad cómo se desarrolla este procedimiento limpio y eficaz de control, efectuado por un experto equipo pionero del que Madrid puede presumir.

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