CRÓNICA

Una oreja que sabe a triunfo para Kevin de Luis en Sevilla

El sevillano corta un trofeo en el complicado encierro de Partido de Resina

Kevin de Luis pasea la oreja del segundo novillo de Partido de Resina - JUAN FLORES

Lorena Muñoz

La noche era propicia para cambiar la moneda. Novillada en la Maestranza y la oportunidad soñada con un hierro legendario , pero la de Partido de Resina no se lo puso fácil a tres novilleros tan necesitados como poco placeados. Solo Kevin de Luis pudo tocar pelo con el encastado segundo, una oreja que le sabe a triunfo .

El sevillano estuvo animoso con el capote en los quites, por chicuelinas al primero, en aceleradas gaoneras en el cuarto y a la verónica ganando terreno en el segundo. Tras el brindis y después de que Curro Robles cerrara a «Media Pala» en el burladero a punta de capote se echó la muleta a la mano izquierda sin dudarlo y enjaretó varias series que hicieron sonar el pasodoble. Con la diestra logró otra estimable después de un desarme y se llevó una voltereta espeluznante cuando el novillo hizo por él en el suelo y lo enganchó por la chaquetilla. Fue un milagro que no llevara cornada así que paseó feliz la oreja. Dispuesto a todo, y con unos vaqueros al tener la taleguilla destrozada, se fue a chiqueros a recibir al quinto . De nuevo cogió la izquierda primero aunque alargó la faena intentando rematar la noche pero no pudo ser.

Curro Durán buscaba un triunfo que le abriera las puertas a la alternativa pero solo pudo saludar. Estuvo dispuesto con el que abrió plaza un novillo que se defendió en la muleta por la falta de fuerzas y que llevó la cara a media altura. El utrerano sólo pudo arrancarle una serie templada con la diestra que conectó con el público al que había brindado la faena. Refrendó bien con la espada y fue silenciado. Al cuarto lo recibió de nuevo templado a la verónica pero no se lo puso fácil a Durán que estuvo porfión y muy efectivo con el acero antes de saludar la ovación.

Aquilino Girón demostró muchas ganas en su presentación. A su primero lo recibió con una larga cambiada de rodillas en el tercio y aunque todo lo hizo de verdad y de corazón mostró sus carencias con la muleta. Complicado y pegajoso entre muletazos, sabiendo lo que había, precisaba de mucho mando así que elevó por los aires a Girón que se libró de la cornada. Fue silenciado tras fallar con la espada.

El sexto fue protestado y volvió a ser muy exigente en el tercio final . Aquilino no paró hasta que logró meter en la muleta al astado a base de sobarlo. Hubo naturales de buen trazo que fueron aplaudidos por el público que silenció su labor.

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