Cayetana Guillén Cuervo aborda «Hedda Gabler», uno de los grandes textos de Ibsen

¿Estamos dónde quremos estar? En torno a esta pregunta se ha construido el montaje de «Hedda Gabler» que hoy se estrena en el teatro María Guerrero, dirigido por Eduardo Vasco y con Cayetana Guillén Cuervo como protagonista. Escrita por Henrik Ibsen y estrenada en 1891, se trata de uno de los grandes textos de la historia de la literatura dramática, y su protagonista está considerado uno de los personajes con mayor complejidad. «Tras “El malentendido” -obra de Camus que unió hace dos años a director y actriz-, buscamos un nuevo proyecto que definiera el teatro que nos interesa», explica Eduardo Vasco. «Una obra que tenga sentido hoy, con solidez literaria y dramática y que permita albergar el tipo de trabajo que nos gusta llevar a cabo».

Esos tres caminos condujeron a «Hedda Gabler», un texto que fascinó a Eduardo Vasco cuando lo leyó siendo un estudiante. «La Gabler, que es un personaje de otro tiempo en su ámbito, nos resulta tan contemporáneo en el nuestro como muchos de los habitantes de nuestras series o películas favoritas de los últimos años», explica el director, que añade: «Tiene algo inquietante, parece sacado de una serie de la HBO. Y tiene mucho sentido volver al repertorio; lo hacemos poco y deberíamos hacerlo más».

Yolanda Pallín firma la versión del texto, y acompañan a Cayetana Guillén Cuervo en el repartoJosé Luis Alcobendas, Charo Amador, Ernesto Arias, Jacobo Dicenta, Verónica Moral y el pianista Jorge Bedoya. El equipo artístico lo componen Carolina González (escenografía), Lorenzo Caprile (vestuario), Miguel Ángel Camacho (iluminación) y Ángel Galán (música). Vasco ha llevado la acción de la obra a una época pasada, con aroma a los años veinte o treinta del siglo pasado. «No queríamos deformar la historia trayéndola a nuestros días, porque hubiéramos tenido que hacer una reescritura y eso no nos interesaba».

«Hedda Gabler» cuenta la historia de una aristócrata recién casada con un hombre al que no ama, y que espera en breve convertirse en catedrático, lo que mejoraría su situación económica, sostenida en buena parte gracias al esfuerzo de las tías de Hedda. «A veces creo que sólo sirvo para una cosa en este mundo: para aburrirme mortalmente», dice la protagonista en un momento de la obra. «Hedda es una mujer fuera de su tiempo y tiene motivos para comportase como lo hace -explica Vasco-; no es una psicópata ni una mujer que está loca».

Henrik Ibsen, abunda Cayetana Guillén Cuervo, fue siempre un luchador en favor de la independencia de la mujer, que sigue hoy en día un paso por detrás, «y sin querer hacer discursos feministas». «Ella está en un entorno que no ha deseado, y eso es hoy muy contemporáneo -dice la actriz-; estoy convencida, tras leer mucho sobre la vida y las obras de Ibsen, que Hedda Gabler era él. El personaje es una mezcla de sus cobardías, sus carencias, sus anhelos. Él era una persona muy convencional en su vida, también un cobarde, y sufría por ello. Henrik Ibsen cruzaba los lítimites a través de sus personajes, y ellos hacían lo que él mismo no se atrevía a hacer».