Ara Malikian y Ángel Corella, en un momento del espectáculo
Ara Malikian y Ángel Corella, en un momento del espectáculo - abc

«A + A»: Concierto para violín y bailarín

Ara Malikian y Ángel Corella se reúnen en este espectáculo, que concluye su gira en los teatros del Canal

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Ara y Ángel. Malikian y Corella. A +A. Del encuentro de estos dos intérpretes, violinista y bailarín, nace este espectáculo que se estrenó en el mes de julio en Barcelona y cierra ahora su gira en los teatros del Canal. Las representaciones tienen el valor añadido de ser las últimas de Ángel Corella, que el 4 de enero colgará las zapatillas, después de casi veinticinco años de actividad, para incorporarse al Pennsylvania Ballet como director. «Criado» en la escuela de Víctor Ullate, con quien dio sus primeros pasos profesionales, el artista madrileño ha desarrollado buena parte de su carrera en el American Ballet Theatre. «Quería retirarme -explica el bailarín- antes de que el público me eche del escenario.

No quiero arrastrarme». Y, confiesa, «estos van a ser días muy especiales».

Ara Malikian, hiperactivo violinista de origen armenio, y Corella se conocieron a través de un amigo común, y enseguida surgió la ocasión de hacer un espectáculo juntos. «Yo había tocado en muchos espectáculos de danza desde el foso de la orquesta; y es muy frustrante», explica el músico, que en este espectáculo está sobre el escenario junto a sus compañeros de La Orquesta en el Tejado. «Estamos cada uno a nuestra bola y gozamos mucho el espectáculo, y esa sensación de disfrute se contagia al público», añade el violinista.

Virtuosismo

Corella, por su parte, aporta al espectáculo, además de su propio arte, a los integrantes del Ballet de Barcelona. «Ara es un torbellino -dice el bailarín sobre su compañero-; él baila cuando toca, así que aqui le hemos dado la oportunidad de bailar y pasárselo bien en el escenario».

Virtuosismo es una palabra que define bien a músico y bailarín. Y el virtuosismo está presente en todo el espectáculo, en el que hay, en palabras de Malikian, «mucha energía y mucha compenetración. Los dos nos inspiramos mutuamente y surge todo con muchísima naturalidad». «Nos tenemos mucho respeto y mucha admiración -completa Corella-, y eso se ve en el espectáculo y lo enriquece. Es verdad que hay virtuosismo, pero también hay mucha poesía, y se pueden ver distintos tipos de danza en escena».

Un compositor clásico, Chaikovski, es la base musical de «Blithe Wick», una pieza en cuatro movimientos coreografíada por el propio Corella en la que intervienen como solistas Kazuco Omori, Russell Ducker, Carmen Corella, Dayron Vera y Natalia Tapia.

La segunda parte tiene como objetivo «demostrar que la música y la danza son intemporales y pertenecen a la cultura universal». La componen cinco piezas: «After the rain», con coreografía de Christopher Weldon y música de Arvo Pärt; «Soleá», con coreografía de María Pagés y música de Rubén Lebaniegos; «Vortex», con música de Joan Valent y coreografía del propio Ángel Corella; «A+A», una coreografía de Russell Ducker con música del propio Malikian, que la interpreta junto a Corella; y «Asueto», con coreografía de Corella y Ducker, y música de Malikian y Humberto Armas.

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