Yasmina Khadra: «Antes de liberar a las naciones hay que liberar a la mujer»

El escritor argelino presenta en BCNegra «La deshonra de Sarah Ikker»

Yasmina Khadra, en una imagen promocional P. COSANO

Sergi Doria

Se llama Mohammed Moulessehoul pero su nom de plume, que adoptó en homenaje a su esposa, es Yasmina Khadra. Nacido en el Sáhara argelino hace 65 años, antes de escribir pasó por el ejército que combatió durante cuatro décadas a los islamistas de su país. Asiduo del festival BCNegra, Yasmina Khadra llega a la capital catalana después de cancelar a última hora su visita del año pasado por la muerte de su padre para presentar «La deshonra de Sarah Ikker» (Alianza), una historia de turbulencias conyugales que se entremezclan con el Gulf Stream -la corrupción- que sigue impulsando los países del Magreb, tras la decepcionante y mal llamada Primavera Árabe: «La cólera no cuenta con ningún programa, hicieron caer a los dictadores, pero después de las protestas no concretaron una alternativa», lamenta.

Para Khadra, la modernización política está en manos de las nuevas generaciones. Y la novela negra puede abrir una puerta al pensamiento crítico: «Sin la lectura no se puede acceder al conocimiento y la apertura del mundo», opina.

«En Marruecos, cuando se procede de un sector social desfavorecido, la única manera de evitar que lo traten a uno a patadas es hacerse magistrado o policía», escribe Khadra. En «La deshonra de Sarah Ikker», el teniente Driss Ikker habrá de indagar entre las fuerzas vivas de Marruecos para afrontar una situación que incide en su código de honor: al regresar a su casa halló a su mujer en la cama, desnuda y maniatada...

La obsesión por descubrir al culpable le hará romper con todas las convenciones de un Estado engrasado por la promiscuidad entre los funcionarios y la oligarquía política.

Aunque la acción transcurre en la ciudad marroquí de Tánger, Khadra prefiere ampliar la mirada a todo el Magreb: «Escogí Tánger porque unas señoras me lo habían pedido, pero mi sueño de siempre es hacer desaparecer las fronteras del Magreb porque me parecen repugnantes cicatrices. Lo que cuento en la novela es aplicable a cualquiera de los países del norte de África», subraya.

La vida conyugal en las sociedades árabes sustancia «La deshonra de Sarah Ikker». En el Magreb, la mujer siempre lleva las de perder en cualquier situación que la enfrente con el hombre. Sociedades en las que el Estado respalda al marido cuando éste repudia a su esposa: «Antes de liberar a las naciones hay que liberar a la mujer. Es la auténtica revolución pendiente. La mujer es la llave de todas las esperanzas en el Magreb», puntualiza Khadra, que el sábado charlará con Petros Màrkaris en una de las mesas estrella de BCNegra. Con una larga lista de novelas traducidas en cuarenta y cinco países, Khadra ha conocido un éxito que supera lenguas, culturas y religiones con títulos como «El atentado» -un best seller en Alemania-, «Lo que el día debe a la noche», succés d’estime en Francia, o «Las golondrinas de Kabul», su novela más conocida en Estados Unidos.

La adaptación cinematográfica de «Las golondrinas de Kabul», bajo la dirección de Zabou Breitman -«El atentado» fue también llevada al cine por Ziad Doueiri-, se estrenará el próximo 21 de febrero.

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