Seis poemarios para el verano

«Fuera de sitio (Poesía, 1995-2015)»

Cada poema es un desafío entre el riesgo de una nueva realidad surgida de las palabras y la sensación de una búsqueda sin rumbo. Antonio Lucas es hoy uno de los más brillantes poetas en español. Una lectura que «desconcierta y alumbra».

No son estos días muy gratos para tener en cuenta el presente, de ahí que en estas páginas el lector advierta una voz singular, la voluntad de estar a solas, pero con otros y la emoción, el desamor, la sorpresa, las preguntas y las dudas. Es decir, los sublimes e imprecisos vaivenes de la vida. Poesía que alivia y conmueve. Nada menos.

Antonio Lucas. «Fuera de sitio (Poesía, 1995-2015)». Visor, Madrid, 2016. Prólogo de Felipe Benítez Reyes. 368 páginas. 18 euros.

«Esto es real»

Este libro, deslumbrante, directo es «la geometría de un grito». Un volumen que enreda los sentidos hasta liberarlos de lo obvio y lo conocido. Encierra «la memoria de las cosas», es como si la poesía se volviera una prolongada pregunta que «ata los cabos sueltos», que recuerda al lector cómo sólo «vivimos poco a poco» y «sobre un horizonte siempre en tránsito».

Clara y contundente, sin concesiones ni remilgos, «porque es falso el resplandor/de la nostalgia de un futuro». Al azar de la lectura y de la vida. Nunca sabes cuando te alcanzará la gracia o la ruina. Imponente.

Marina Oroza. «Esto es real». Amargord, Madrid, 2016. 72 páginas. 12 euros.

«El piano del pirómano»

Surrealista y barroco. Herrera es un poeta a su aire. Llega de cualquier sitio y se instala en las dos tradiciones poéticas más laberínticas con un desparpajo y un ímpetu memorables. Metáforas de una potencia fascinante, imágenes de un barroquismo que une la soberana inspiración de una pasión con el manejo de una lengua poética tan personal como admirable.

Una fiesta de sentido y sensibilidad, la suya es «la métrica del dolor», la desmesura, la intensidad: «amo la noche de escultura/parecida al relámpago». Vencer a la muerte, a la soledad, al miedo, hablar consigo mismo. Esto es la poesía desde los griegos.

Ángel Antonio Herrera. «El piano del pirómano». Calambur, Madrid, 2015. 70 páginas. 10 euros.

«Un día negro en una casa de mentira (1998-2014)»

La poesía de Elena Medel lleva el impulso de la lejanía y la pasión de una vida arrebatada al tiempo. «Y digo que este poema es Irene Némirovsky/lo mismo que soy Finlandia en 1918/y tu eres un corazón más en un mundo vacío».

Una poesía inundada de fogonazos sin ley en la pantalla invisible de una deriva tan próxima como ausente: «Gritaré quinientas veces el nombre de mi madre para quien/quiera escucharlo, y escribiré que bendigo este medio/corazón en huelga mío, ues no olvido:/nací para llorar la muerte de otros».

Cada verso posee la fuerza del azar, el verbo del viaje. Audaz, apasionada, cercana y rota, Medel descubre un infinito, son relámpagos sobre el curso de los días.

Elena Medel. «Un día negro en una casa de mentira (1998-2014)». Visor, Madrid, 2015. 228 páginas. 12 euros.

«Desaprendizajes»

El enorme poeta de la Generación del 50 regresa con una profunda meditación sobre el tiempo, sobre la ruina del tiempo, sobre la urgente llamada a desaprender lo aprendido para saber que la armonía de lo invisible es mayor que la de lo visible ( Heráclito).

Caballero Bonald en cada nueva entrega poética depura y apura a las palabras hasta que la sencillez oculte la profunda huella de sabiduría y certeza que cada poema exhibe.

Volver al principio, descubrir un territorio que se perdió en los caprichosos trances de los días. Una poesía que ennoblece el valor de la realidad. Un lujo de la poesía en español.

José Manuel Caballero Bonald. «Desaprendizajes». Seix-Barral, Barcelona, 2015. 128 páginas.17 euros.

«Cuaderno de vacaciones»

Como en los poco queridos cuadernos de vacaciones que a uno le acompañaban en los tórridos veranos de la infancia, Luis Alberto de Cuenca regresa a ellos con una condición: cada uno de los poemas aquí publicados fueron escritos en las mismas horas en que cumplía con los «deberes» del colegio.

Su poesía es tan próxima, viene de tantos lugares, de Homero a Star Wars, de John Ford a Rubén Darío, de los haikus japoneses a Borges, los tebeos. Abre un millón de ventanas, viaja a través de geografías imaginarias, o vividas o sentidas o soñadas.

Aquí los mitos y los orígenes remiten a la soledad, al tiempo, a la muerte, sin olvidar ese maravilloso toque irónico que provoca en el lector, una sonrisa y una melancolía.

Luis Alberto de Cuenca. «Cuaderno de vacaciones». Visor, Madrid, 2014. 144 páginas. 20 euros.