Andrés Trapiello
Andrés Trapiello - Ignacio Gil

Andrés Trapiello «traduce» el Quijote al castellano actual

La nueva versión pretende despojar a Cervantes de «sus elementos arqueológicos»

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«En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía no hace mucho un hidalgo de los de lanza ya olvidada, escudo antiguo, rocín flaco y galgo corredor». Así comienza el nuevo «Don Quijote de la Mancha» que el escritor Andrés Trapiello presentó ayer en la Residencia de Estudiantes «puesto en castellano actual íntegra y fielmente». La obra traduce al español de hoy la novela de Miguel de Cervantes escrita a inicios del siglo XVII. El Quijote es un título cumbre de la literatura universal y se le considera como la primera novela moderna. La idea es acercar a los lectores a la obra cervantina.

Este es el final de un largo anhelo del escritor que durante 14 años elaboró en secreto esta nueva edición del Quijote.

Según Emilio Rosales, responsable de la editorial Destino que saca la luz la publicación, el autor leones tiene dos características esenciales para afrontar con éxito el reto: «Es un cervantista, gran conocedor del Quijote y él mismo es un narrador, pero a eso suma una tercera condición esencial ya que sus últimos trabajos de ficción fueron una novela de continuación del Quijote («Al morir don Quijote», 2004) y otra que cuenta la historia posterior Sancho Panza («El final de Sancho Panza y otras suertes», 2014).

Esta nueva versión del Quijote fue presentada por los catedráticos Jose Carlos Mainer y Jordi Gracia. Mainer recordó una frase de Azorín en la que el escritor noventayochista defendía despojar a Cervantes de sus «elementos arqueológicos», pero «con las reglas del juego de la lengua de Cervantes». Para defender esta necesidad, puso como ejemplo la desaparición del uso subjuntivo en nuestro idioma e indicó que, en este sentido, «hay veces que Trapiello es más purista que el propio Cervantes».

Por su parte, el autor explicó que su pretensión «era devolver el Quijote a los lectores» y pidió «que la gente se olvide de las palabras y se centre en el personaje y la historia. Espero que se me juzguen más por lo que he dejado de traducir que por lo que traduje».

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