Juan Casas Carbajo es autor de varios libros sobre educación y filosofía.
Juan Casas Carbajo es autor de varios libros sobre educación y filosofía. - Antonio vázquez
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«La marcha atrás en la Ley del Aborto es una cobardía del Gobierno»

El profesor Juan Casas Carbajo habla de educación en valores en su último libro, 'Abuelo cuéntame'

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El profesor y escritor Juan Casas Carbajo está a punto de ver en las librerías la segunda edición de ‘Abuelo cuéntame’ (Absalon), su séptimo libro. Una serie de diálogos entre abuelo y nieto que viene a ser una especie de manual de educación en valores, con el tratamiento de temas como el alma, el aborto, Dios, la justicia, el amor, las drogas, las fiestas religiosas, la austeridad, el estudio o la amistad. Temas «políticamente incorrectos por no estar de moda», según Juan Casas, pero necesarios para la formación de los hombres y mujeres del mañana. Juan Casas Carbajo (Cáceres, 1938) es Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Ha sido profesor de Filosofía en el Instituto de Bachillerato Sidón de Mena, y anteriormente ejerció como maestro de Primera Enseñanza en la provincia de Cádiz.

–Lamenta que a pesar de que la educación en valores está incluida en los planes de estudios, se lleva poco a la práctica...

–Eso es, aunque figura en las leyes educativas, a la hora de la verdad se habla poco de estos valores. En ‘Abuelo cuéntame’ trato temas políticamente incorrectos, en el sentido de que no están de moda, como la austeridad, la amistad o la existencia de Dios.

–En este caso uno de los interlocutores es un abuelo, pero bien podría ser un padre o una madre...

–Sí, he escogido esta figura porque yo soy abuelo, pero está claro que podría ser un padre o una madre el que hablara con el niño. La educación ha de darse en casa, la escuela es un apoyo.

–Hace tiempo que se observa que los padres han delegado esa tarea en el centro educativo...

–Así es, porque ambos padres trabajan, no tienen tiempo... Pero la escuela es más instructiva que eduactiva, toda base de la educación debe de estar en casa. No quiero decir que no se tenga en cuenta el colegio, pero que se le considere sobre todo un apoyo.

–Dice que su libro no es políticamente correcto. ¿Dónde está el límite entre la educación en valores y el adoctrinamiento?

–Yo sólo informo, e informar es diferente de adoctrinar. Hay cosas que son objetivas y no se pueden discutir. Cuando hablo de las drogas y le digo al niño las clases de drogas que hay no estoy dando una opinión, sino contando lo que hay.

–Pero en otros temas como el aborto...

–Pienso que se está promoviendo el aborto y que es una crimen a una criatura que no se puede defender. Está claro que la mujer es dueña de su cuerpo, pero no del otro cuerpo que se está formando en ella.

–Entonces no estará muy de acuerdo con la marcha atrás del Gobierno con respecto a la Ley del Aborto.

–Creo que es una cobardía por parte del Gobierno. El argumento que esgrimen no es coherente, si no hay consenso que no hagan nada. Creo que al consenso se debe llegar en cuestiones de Estado, pero para el resto de asuntos cada partido debe cumplir con sus propuestas.

–Su opinión es la de que la sociedad actual es así por culpa del todo vale.

–El único valor que se persigue es el éxito, el dinero, el poder, y para conseguirlo vale todo. Estamos instalados en un relativismo cultural que da poco valor a las cosas.

–Si se aplicaran más los principios filosóficos a la vida cotidiana el escenario sería diferente.

–Todos mis libros tienen ese matiz filosófico. En este hago alusión a la filosofía de Epiduro, Platón, Aristóteles...

–Sería una buena receta para invertir esa generalización del relativisimo cultural. ¿Tiene algún otro método?

–Habría que cambiar tantas cosas... Por ejemplo, se debería sustituir tanto programa de fútbol por otros de tipo cultural en los que se fueran introduciendo de forma paulatina otros tipos de valores.

–Pensé que diría que el primer paso es la voluntad de cambiarlo.

–Por supuesto, si no se quiere hacer una cosa no se hace. Si ahora lo que interesa es tener a la gente como borregos... Los que mandan, los que hacen los sistemas educativos son los que deben emprender ese cambio, pero no interesa. Interesa pasar a los niños de curso con varias asignaturas pendientes y con un bajo nivel cultural.

–Tampoco estará muy a favor del sistema educativo español, ¿por qué?

–Porque no sirve. No lo digo yo, sino expertos de gran categoría intelectual. El problema es lo de la escuela comprensiva. La escuela debe ser igual para todos hasta los 12 años, pero después no. No todos los niños son iguales, tiene los mismos derechos, pero no son iguales ni quieren lo mismo.

–¿Algún modelo que se pudiese seguir?

–Nosotros imitamos a americanos e ingleses y ahora ellos se han echado para atrás porque han comprobado que no servía ese modelo. Yo propongo que se mantenga la enseñanza obligatoria hasta los 16, sí, incluso hasta los 18, pero que a partir de los 12 se abriesen dos vías, igual que ocurría con la Ley General de Educación de 1970.

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