A la izquierda, «Las mujeres de Alger (Versión O)», de Picasso. Detalle. A la derecha, «El hombre que señala», de Giacometti. Detalle
A la izquierda, «Las mujeres de Alger (Versión O)», de Picasso. Detalle. A la derecha, «El hombre que señala», de Giacometti. Detalle - CHRISTIE'S

Picasso-Giacometti: el «otro» combate del siglo

Dos geniales artistas (uno español y otro suizo) se miden mañana en Nueva York. Una pintura contra una escultura. Podrían pulverizar todos los récords

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Defraudó a todos el llamado combate del siglo, celebrado hace unos días entre Mayweather y Pacquiao. Y eso que las cifras que rodearon la velada pugilística más publicitada de la Historia fueron mareantes: 300 millones de dólares a repartir entre los dos boxeadores, más de 140.000 dólares por una entrada en la reventa... Mañana se celebrará otro apasionante combate del siglo. Cambia la ciudad: Las Vegas por Nueva York. Cambia la sede: el MGM Grand por la sala de subastas Christie’s. Cambia la profesión: el boxeo por la pintura. Cambian los protagonistas: Picasso y Giacometti. Son igual de abrumadores los números alrededor del evento y la velada se antoja igual de apasionante. Eso sí, todo apunta a que esta vez no decepcionará la pugna.

Por extraño que parezca, el mercado del arte y el mundo del boxeo tienen bastantes cosas en común: hay mucho dinero en juego.

Hace ya unos años que Picasso y Giacometti no se apean del pódium del mercado del arte. Les suele acompañar Francis Bacon, muy codiciado. De hecho, ostenta el precio más alto pagado hasta la fecha en subasta por una obra de arte: 142,4 millones de dólares por «Tres estudios de Lucian Freud». Pero Picasso y Giacometti se han ido alternando en el trono, tanto en subastas como en ventas privadas. Si dejamos a un lado las estratosféricas adquisiciones de la Familia Real qatarí (300 millones de dólares por un Gauguin, que pasará el verano en Madrid, y 250 millones por un Cézanne), Picasso y Giacometti son objeto de deseo de la nueva hornada de coleccionistas que amenaza al mercado del arte con una nueva burbuja.

China pisa fuerte

Si en los años 90 fueron los japoneses y su obsesión por Van Gogh, ahora pisan fuerte magnates norteamericanos, rusos y árabes, que apuestan por el arte contemporáneo:adoran a Warhol, Bacon, Freud, Koons, Basquiat... Los asiáticos, en cambio, que están arrasando, son más conservadores y se decantan por el arte moderno. Así lo hemos visto esta misma semana en la subasta celebrada el martes en Sotheby’s de Nueva York. Tres de las cinco obras más caras, todas por encima de 20 millones de dólares, fueron compradas por coleccionistas asiáticos, que se hicieron con el 30% de las ventas. Fue el caso de «L’Allée des Alyscamps», de Van Gogh, rematado en 66,3 millones de dólares, y «Femme au chignon dans un fauteuil», de Picasso. Este lienzo, que pertenecía a la colección del legendario empresario de HollywoodSamuel Goldwyn, fue adquirido por 30 millones de dólares por otro tiburón de la industria del cine, el chino Wang Zhongjun, presidente y cofundador del gigante Huayi Brothers.

Christie’s ha cambiado su estrategia y concentra la próxima semana las subastas de arte moderno y contemporáneo (hasta ahora las separaba en dos semanas, como hace su competidora Sotheby’s). Mañana es el plato fuerte, con la celebración de una venta muy especial que han llamado «Looking forward to the past» (Anhelando el pasado). Todos los ojos estarán puestos en una pintura de Picasso y una escultura de Giacometti. Ambas obras supusieron para ellos un auténtico tour de force. Y cada una podría superar los 140 millones de dólares.

Obsesión por Delacroix

«Las mujeres de Alger» es una de las versiones (la O, realizada en 1955), que el pintor malagueño hizo del célebre cuadro del mismo nombre de Delacroix, con el que estaba obsesionado. Iba una y otra vez a contemplarlo al Louvre. Le fascinaba. Esta es la versión final y más acabada de la serie que Picasso realizó, tras la muerte de Matisse (es un homenaje a él y a Delacroix), entre diciembre de 1954 y febrero de 1955. Hizo un centenar de estudios en papel y 15 lienzos (de la A a la O). Éste, que aglutina todos los hallazgos creativos de Picasso, está considerado un hito en su carrera, junto con «Las señoritas de Aviñón» y el «Guernica». Ha colgado en los museos más prestigiosos del mundo. Pertenecía, como toda la serie, a la colección de Victor y Sally Ganz. En 1997 fue subastado por 32 millones de dólares.

En el caso de «El hombre que señala», realizado por Giacometti en octubre de 1947, está considerada su mejor escultura, su obra maestra definitiva y uno de los mayores logros escultóricos del arte moderno. Fue realizada en una febril y frenética noche, entre la medianoche y las 9 de la mañana. Las musas se emplearon a conciencia, llevándole a unos límites de creatividad y audacia desconocidos. Forma parte de una serie de seis piezas –cuatro se hallan en importantes museos como el MoMA y la Tate– y es la única versión en bronce pintada a mano por el escultor suizo. Lo hizo para aumentar su expresividad. Mide 1,77 metros de altura. Está firmada y numerada. Se expuso en la galería Pierre Matisse de Nueva York, donde fue adquirida por Fred y Florence Olsen. Desde 1970 le pieza está en manos de su actual propietario.

«La del día 11 promete ser una venta para recordar», advierte Jussi Pylkkanen, presidente de Christie’s. A buen seguro, éste sí será el combate del siglo.

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