Luis Ángel Martínez Juez, con un ejemplar de ABC en Bioparc
Luis Ángel Martínez Juez, con un ejemplar de ABC en Bioparc - MIKEL PONCE
entrevista

Luis Ángel Martínez: «Queremos que Bioparc sea para la sociedad un referente»

El director general del Bioparc remarca la importancia de crear la implicación y que la realidad sea capaz de emocionar al visitante

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Corría el mes de febrero de hace siete años, cuando se hacía realidad un nuevo concepto de parque de animales. ABC estuvo allí para contarlo. Desde entonces ha habido nacimientos de animales, historias e hitos en la existencia de este proyecto de ocio comprometido con la educación y la conservación de la naturaleza. Nuevos animales como el primer gorila que nació en la Comunidad Valenciana y que ya ha cumplido dos años; nuevas zonas como la espectacular cueva de Kitum; importantes nacimientos de especies amenazadas y en peligro de extinción; la visita de la prestigiosa primatóloga Jane Goodall (quien dio la «máxima calificación» a Bioparc), actividades lúdicas y formativas para cientos de miles de niños; y naturaleza salvaje creciendo en el interior de la ciudad de Valencia, sorprendiendo a aquellos que la han visitado.

Y todos (o casi todos) han tenido un hueco en las páginas de la edición de ABC Comunidad Valenciana.

El año pasado todas estas experiencias convirtieron a Bioparc Valencia en uno de los diez mejores parques de animales del mundo. Un reconocimiento que tiene gran valor por quién lo otorga, TripAdvisor, que es un reconocido portal de viajeros y usuarios de los servicios y lugares de interés a nivel internacional. Uno de los artífices de este «milagro» animal es su director general, Luis Ángel Martínez Juez, que ha querido compartir con ABC las interioridades de este gran centro de animales.

—¿Cómo llega un ingeniero de la construcción a dirigir un parque zoológico?

—Participé en la construcción de Bioparc y conozco todas las instalaciones, todos los problemas, toda la ejecución. Desde ese conocimiento de la construcción y del propio sentido de lo que es Bioparc, José Maldona, presidente de Rain Forest, apostó por una persona que tuviera ese nivel de implicación, de gestión y que fuera buena persona, capaz de capitanear a un equipo, de motivarlo para lograr la viabilidad del proyecto.

—¿Cómo es el paso de un zoo anticuado como era el de Viveros a un centro de animales pionero a nivel mundial como Bioparc?

—Bioparc es un proyecto pionero a nivel mundial. No existe ni en Europa ni en Estados Unidos un parque de animales con esta recreación integral, donde de la forma más fidedigna se recrea la naturaleza y el hábitat particular de todos los animales. Evidentemente era un proyecto muy arriesgado. Tienes que crear la implicación, que esa realidad sea capaz de emocionar al visitante. O lo haces muy bien o si no siempre se ve como un cuadro inacabado, lo que te da la sensación de que es falso. El nivel de exigencia y el nivel de calidad se puede apreciar en cada centímetro de Bioparc, porque nos exigimos, desde el principio, que todo tiene que estar perfecto ya que esos pequeños detalles marcan luego el resto del partido.

Como proyecto en sí, por los antecedentes del zoo que había en Valencia, creemos que era necesario emocionar y educar al visitante, ya que es la única manera de concienciar de que es necesario mantener ese hábitat natural que existe realmente. Esa creemos que es nuestra función y por lo que estamos luchando. Queremos que Bioparc sea para la sociedad un referente y sirva para convienciar de la importancia de preservar la naturaleza y el medioambiente, uno de los principales motivos por los que nos levantamos todos los días.

—¿Cómo se consigue el equilibrio entre el negocio, el compromiso con el medioambiente y los proyectos de conservación de especies amenazadas?

—Ese es el punto de equilibrio más difícil y mi reto todos los días. Equilibrar la cuenta de resultados, sosteniendo el nivel de excelencia y, sobre todo, haciendo las inversiones necesarias para mantener los proyectos de cría de especies en cautividad, la fundación, inversiones para nuevas especies o grupos reproductores... Ahí está mi labor, en hacer «ingeniería» para encontrar los recursos, a veces propios y otras a través de patrocinios o colaboradores.

Además, por ejemplo, hemos ideado nuestro propio sistema de recogida de estiercol con el director de mantenimiento para abaratar costes y reducir las horas que se emplea en la limpieza de los cobijos. Tenemos placas solares y, gracias a ello, llevamos tres años reduciendo cada vez más el consumo eléctrico. Todo ese ingenio nos permite ahorrar en determinados elementos y poder invertirlo en nuevas instalaciones o en los animales.

—¿Cómo se ha integrado Bioparc en esta nueva Valencia, ciudad vanguardista y objetivo de millones de turistas?

—El antiguo zoo de Valencia sigue siendo un lastre ya que aún hay quien nos identifica con ellos. Creemos en Valencia y hemos apostado por unir ese gran acuario de Cacsa (Rain Forest opta al concurso para la gestionar el Oceanográfico) con Bioparc dentro de una oferta de ocio comprometido en la ciudad.

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