«Nuestro proyecto será el lanzamiento de todo el potencial que tiene Sancti Petri»

Serán la punta de lanza en todos los sentidos, tanto por el cómo por el dónde. De hecho, serán los primeros en desembarcar en un poblado por desarrollar como el de Sancti Petri. Además, también ha sido la primera empresa que se hace con la concesión de un faro (en este caso vivienda del farero) de los que ofrece la Autoridad Portuaria en la costa gaditana.

Sin embargo, eso no amedrenta al promotor de la iniciativa Israel Fernández, gerente de Alojamientos Oasis, que pretende abrir un restaurante y centro de interpretación en el inmueble de Chiclana.

–¿Cuál es la idea que se quiere desarrollar en una zona ahora mismo lejana y vacía como es el Poblado de Sancti Petri?

–Estamos convencidos de que Chiclana, pese al elevado desempleo provocado por la burbuja inmobiliaria, tiene un potencial grandísimo: el turismo.

En la zona de La Barrosa y del Novo Sancti Petri hay un turismo muy bueno, pero todos esos visitantes al final buscan el valor añadido que hay en todos los sitios. Y, en Chiclana, estamos convencidísimos que es Sancti Petri. De hecho, cuando vengo por aquí no paro de ver turistas que vienen a verlo. El problema es que toda esta zona ha estado muerta y no se le ha dado una buena salida. Apostamos porque nuestro proyecto sea el lanzamiento de todo el potencial del poblado y los futuros negocios.

–Efectivamente, ustedes van a ser la punta de lanza de lo que vendrá, pero ¿cómo llevarán estos años en los que no hay nada?

–Nosotros contamos que pasarán unos dos primeros años hasta que los clientes nos conozcan por la calidad que vamos a dar y porque el sitio será precioso. Tenemos ese tiempo para atraer visitantes. Por otra parte, también es verdad que cuando haya más negocios aquí, nosotros ya seremos ese referente que ya está consolidado.

–¿Qué idea quieren transmitir en el centro de interpretación que lleva parejo el espacio?

–La idea es que articule un discurso que va desde el Templo de Melkart hasta el pueblo marinero de Sancti Petri. Trataremos también la almadraba. De esta forma, en las distintas salas tocaremos las distintas facetas históricas del espacio desde que estaban asentados los fenicios hasta llegar a la casa del farero más reciente. Esa misma consonancia es la que queremos dar en el restaurante para que, entre ese espacio y el centro de interpretación se creen sinergias. Es decir, que el visitante vea la historia del lugar y luego se siente a comer en el barco fenicio (por la terraza que recreará esta embarcación) o a tomar unas tapas en el sofá de la antigua casa del farero. Buscamos una conexión del tiempo y de la cultura.

–Últimamente, las administraciones han abierto la mano a poder dotar de vida a espacios como los faros o las estaciones de tren, ¿ha supuesto para su empresa un interés especial por hacerse presente en puntos tan mediáticos y atractivos?

–La verdad es que teníamos muchas ganas de coger algo en esta zona. Cuando salió el concurso, dudamos un poco porque era una apuesta arriesgada por ser los primeros y porque hay que traer al público aquí. Es decir, hay que decirle al visitante y al chiclanero que venga por primera vez porque tiene un restaurante fantástico y unas vistas espectaculares.

–¿Económicamente también ha despertado dudas por la importante inversión necesaria?

–La verdad es que sí, es un desembolso importante. Pero contamos con la ventaja de que, al ser una concesión por un tiempo largo, eso permite que se vaya amortizando.